Tras no haber cuajado la Fundación del toro de Pablo Romero, el 1 de enero de 1998 un grupo de empresarios comenzó la aventura con Partido de Resina. Como cabeza visible se encontraba José Luis Algora, gerente y veterinario. Algora no olvida los comienzos al frente de la vacada: “Me encontré una ganadería que taurinamente no gozaba de admiración por parte de las empresas. Había en el campo cuatro corridas de toros cinqueños que no se habían vendido. Casi todas las corridas de ese año 97 habían salido para plazas de tercera. Me encuentro además con patologías, con vacas que tienen baja fertilidad. Entonces aplicamos cambios urgentes en la alimentación del ganado, en el manejo…fue un primer año de poner nuevos tratamientos, de trabajar mucho. Aquel año sin embargo vimos que tanto en las corridas como en los tentaderos de primavera había un gran fondo genético. Fíjate que las corridas se movían y que en El Puerto nos llevamos el premio a la mejor ganadería y al mejor toro”.