AMPLIA ENTREVISTA CON EL FRANCÉS

Sebastián Castella: “El barco se está hundiendo y hay que dejar de lado las pretensiones personales para salvarlo”

"Lo que hemos vivido ha sido muy fuerte por las desgracias humanas. Y ahora, por lo económico. Pero hay algo importante en todo esto: se pueden mejorar muchas cosas en el tema taurino. Lo digo sinceramente. Ahora se puede volver a las raíces, hay que reorganizarlo todo", subraya el torero de Beziers
Carlos Crivell
domingo 28 de junio de 2020

Sebastián Castella, francés de nacimiento, se ha asentado en el sur de España. Además de su vivir muy cerca de Sevilla, ha conseguido cumplir muchos sueños en La Heroica, una finca cerca de Escacena del Campo. En esa finca fue el protagonista de un evento reciente en el que mató dos toros –al final fueron tres– en los que mostró su excelente estado de forma.

-¿Cómo ha vivido el confinamiento y la desescalada?

-Lo que hemos vivido ha sido muy fuerte por las desgracias humanas. Y ahora, por lo económico. Pero hay algo que es importante en lo que ha pasado: creo que se pueden mejorar muchas cosas en el tema taurino. Lo digo sinceramente. Ahora se puede volver a las raíces, hay que reorganizarlo todo. En los pueblos hay pocos antitaurinos y mucha gente joven que puede conocer la maravilla de una corrida de toros. Ha sido muy bueno que todo el mundo se haya dado cuenta de que hay que estar unidos para la defensa de la tauromaquia. Ante una pandemia como esta, un Gobierno que no ayuda y los antitaurinos acosando al toreo, la unión es inevitable. Lo he pasado mal, ahora soy más optimista, pero creo que al final de esta situación tan malísima sacaremos algo bueno.

“Ha sido muy bueno que todo el mundo se haya dado cuenta de que hay que estar unidos para la defensa de la tauromaquia. Ante una pandemia como esta, un Gobierno que no ayuda y los antitaurinos acosando al toreo, la unión es inevitable”

-¿Será posible recuperar lo que tenía previsto para celebrar los 20 años de alternativa?

-No será posible nada de lo que tenía preparado. En un año de luto no hay lugar para las celebraciones. ¿Cuántos aficionados que acudían a las plazas se habrán ido y ya no volverán? Es un año de luto y hay que rendir homenaje a todos ellos, aunque es verdad que el toreo es una Fiesta. El año próximo, en 2021, celebraré los 21 años de alternativa. Lo haré porque llevo varios años preparando cosas muy especiales que quiero llevar a la práctica. Había dos corridas como único espada en Francia y otra en España, tenía previsto participar en todas las corridas de la feria de Beziers y algunas cosas más. Todo se queda aplazado para el año 2021.

-¿Y es partidario de que haya toros este año?

-Este año hay que torear y no dejar el año en blanco por el bien de la tauromaquia, aunque tenemos que hacer bien las cosas, como bien dice mi apoderado Simón Casas. Si no se hacen bien no debería haber toros porque nos perjudica a todos. Pienso que los profesionales nos podremos de acuerdo partiendo de un punto de comienzo. De hecho, estamos ya comprometidos para facilitar que haya corridas, pero insisto que deben hacerse bien las cosas. Es verdad que entre nosotros hay mucha rivalidad, es difícil estar de acuerdo, pero el barco se está hundiendo y hay que dejar al lado las pretensiones personales para salvarlo y que se venga a flote.

“Hay mucha rivalidad, es difícil estar de acuerdo, pero el barco se está hundiendo y hay que dejar de lado las pretensiones personales para salvarlo y que se venga a flote. Si hay que ceder, se hace”

-¿Cómo se consigue esa unidad de acción?

-Hay que mejorar muchas cosas. Diría que hay que organizarlas de nuevo. Si hay que ceder, se hace. No solo nosotros, también el Gobierno debe ayudar a sentar las bases de esta nueva etapa. Se dice siempre que los males de la Fiesta están dentro, no diré que no, puede ser cierto en parte, pero hay muchos ataques del exterior que hacen mucho daño, como esas empresas que invierten grandes cantidades de dinero en la promoción de campañas antitaurinas.

-En la situación actual, ¿se está trabajando en Francia de forma distinta a lo que se hace en España?

-No hay grandes diferencias. Y en el tema general de cómo se trata la tauromaquia, Francia hizo cosas buenas en su momento y España las ha hecho también. Hay algo que sí me parece necesario. Hay que mejorar algunos aspectos de los reglamentos. En Francia apenas hay problemas en los reconocimientos de los toros. Funcionan las comisiones taurinas de las ciudades. En la misma Pamplona todo es más fácil a la hora de seleccionar el ganado. Hay algunas cosas que deben cambiarse en los reglamentos, porque así estarán contentos los aficionados, las autoridades y los profesionales.

-En este tiempo, ¿cómo ha soñado que será Sebastián Castella cuando vuelva a los ruedos?

-No he soñado mucho. Tenía preparados los acontecimientos para celebrar los 20 años de alternativa. Llegué a España el 10 de marzo después de una bonita temporada en América que acabó con un indulto. El 14 comenzaba la temporada, justo cuando comenzó el confinamiento y me rompió todos mis proyectos y todos mis esquemas. Después de 20 años sin parar, salvo por uno que corté tres meses por enfermedad, ha sido un golpe muy fuerte. He estado dos meses sin coger un capote ni una muleta. No he querido saber nada de toros en esos dos meses. A cambio, en estos dos meses he estado en el campo, que es algo maravilloso, y he disfrutado de mis hijas. Le he dado muchas vueltas a la cabeza, he pensado mucho, pero la realidad es que he sido feliz en el campo.

“He estado dos meses sin coger un capote ni una muleta. No he querido saber nada de toros. A cambio, he estado en el campo, que es algo maravilloso, y he disfrutado de mis hijas”

-¿Quiénes han sido los más perjudicados por todo lo vivido?

-Todo el mundo que ama la Fiesta ha sido perjudicado. Cada uno tendrá su orden. Lo de las cuadrillas es muy fuerte. Por ellos nos hemos reunido los toreros para decir basta; por ellos hemos hecho los paseos para exigir un trato justo y el mismo para otros trabajadores de la cultura. No se deben olvidar los toreros que necesitan vestirse de luces para comer, porque es así, no hay que esconder nada. Algunos podemos estar callados, no lo necesitamos tanto, pero la mayoría tienen que torear para mantener a sus familias. No quiero olvidarme de los ganaderos. Algunos han mandado toros al matadero; otros han eliminado grandes cantidades de vacas. El daño a los ganaderos ha sido tremendo. Les muestro mi solidaridad a todos. Es una pena que se hayan quedado tantos toros sin torear después del trabajo de muchos años para criarlos. Es un desastre artístico y económico. Por eso, insisto, debe haber toros este año.

-¿Eres optimista ante lo que resta de año?

-Soy optimista. No es fácil salir de todo esto, pero más abajo ya no podemos estar en la Fiesta. Todo lo que queda es levantarse. Es un trabajo tremendo de todos, pero con positividad siempre.

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