Helmut Breuer y Wolfgang Felske, cofundadores de la Peña Borussia, visitaron juntos el instituto de enseñanza media en Mönchengladbach a partir de 1949. Unos años más tarde hicieron amistad con Franz-Josef Padberg y con otros amigos que también se unieron al grupo. Los fines de semana hacían excursiones a los paisajes del Bajo Rin y durante las vacaciones extendieron sus viajes a otras regiones de Alemania. En la década de 1960, ya estudiantes universitarios, visitaron con frecuencia países vecinos como Austria, Bélgica, Dinamarca, los Países Bajos, Francia y Suiza.
En 1963, antes de concluir sus estudios, presenciaron su primera corrida de toros durante unas vacaciones de otoño en el sur de Francia. Cuando se dieron cuenta de que estaban muy cerca de Pamplona, que ya conocían por la novela Fiesta, de Ernest Hemingway, decidieron cruzar los Pirineos y llegaron a Pamplona en septiembre durante las fiestas de San Fermín txikito. Todos quedaron asombrados al percibir que la descripción de Hemingway sobre los Sanfermines en su novela era relevante todavía. Poco antes de su regreso a Alemania, se les aconsejó que regresaran a las fiestas grandes en julio del año siguiente.
El 5 de julio de 1964 los amigos llegaron a Pamplona y se alojaron en la misma pensión del año anterior. Celebraron sus primeros sanfermines asistiendo a casi todas las corridas de toros y encierros. José Turrillas, empleado de la Casa de Misericordia, notó un día cómo compraban sus entradas en la reventa y les aconsejó que las reservasen en la Casa de Misericordia (residencia para la Tercera Edad y propietaria de la plaza de toros de Pamplona). Se hicieron muy amigos de él y desde entonces se reunieron anualmente por invitación de José durante los sanfermines, incluyendo una cena con su familia. Tras la muerte de José en 1975, continuaron visitando a su viuda y a su familia.
Los jóvenes alemanes se enamoraron de Navarra, su capital, la fiesta y la cocina navarra. Continuaron viniendo todos los años a las Fiestas de Pamplona e hicieron gran amistad con Ignacio Cía (director de la Casa de Misericordia) y Miguel Ángel Alústiza (actividades socioculturales de la residencia de ancianos). Ahora ya no se alojan en una pensión, sino en el Hotel Maisonnave. Vivieron los trágicos Sanfermines de 1978 y volvieron en septiembre del mismo año para las celebraciones de las fiestas de San Fermín de Aldapa.
Unas semanas después, Ignacio Cía se puso en contacto por teléfono con Helmut Breuer, el entonces presidente de la Peña, y le ofreció la Sobrepuerta sobre el Callejón. Durante muchos años estas plazas habían sido asignadas a una familia de banqueros de Sevilla que, tras los graves disturbios ocurridos en Pamplona el 8 de julio de 1978, decidieron no volver a la fiesta de San Fermín. La oferta del director de la Casa de Misericordia fue el mejor regalo de Navidad de aquel año para estos amigos de Mönchengladbach.
Después de 15 años de haber presenciado muchas corridas de toros desde diferentes ángulos en el coso taurino de Pamplona, finalmente estos jóvenes consiguieron colocar la pancarta que ha adornado el palco de su Sobrepuerta desde 1979. Siguiendo el ejemplo de las Peñas de Mozos de Pamplona, decidieron nombrarse Peña Borussia: peña como grupo de amigos y Borussia en alusión al equipo de fútbol de su ciudad, Mönchengladbach. Como peña taurina no solo van a Pamplona cada año para la Fiesta, sino que también visitan con frecuencia las corridas de toros de Olivenza, Valencia, Sevilla, Jerez de la Frontera, Burgos, Bilbao, Puerto de Santa María y Zaragoza.
La Peña Borussia de Alemania, que actualmente consta de 15 personas, vive en Alemania según el calendario pamplonés. También cantan el “uno de enero, dos de febrero …” y cuentan los días que restan hasta San Fermín. Sin embargo, cuando se les pregunta qué les atrae a Pamplona durante tantos años, no tienen una respuesta fácil. Porque, como así lo aseguran, no solo son los toros de lidia, el vino de la tierra navarra, la música de este paisaje y la gente de Pamplona lo que les ha cautivado como Peña Borussia desde hace más de medio siglo, sino es más bien la armonía con la que toros, música, vino, alegría de vivir, felicidad y también tristeza se mezclan en Pamplona creando una incomparable alegría pamplonica.
Pamplona se ha convertido en una especie de segundo hogar para la Peña Borussia y al mismo tiempo en la capital mundial de la alegría, donde pasan una semana entera disfrutando de la hospitalidad y el calor de su gente. Año tras año disfrutan asimismo de la agradable compañía de sus amigos de la Sociedad Gastronómica Napardi, del Club Taurino de Pamplona, de su gran familia Casa de Misericordia y de todos los buenos amigos de Navarra con los que desde hace algo más de once lustros mantienen una gran amistad.
Por supuesto, sería imposible para ellos nombrar aquí a todas esas personas que forman su familia sanferminera y con las que han compartido momentos muy gratos e inolvidables. Estas personas, que siempre se esmeran por hacer la estancia de la Peña Borussia en Pamplona lo más agradable posible, son los empleados de la Casa de Misericordia, de la plaza de toros, de los bares, de hoteles y restaurantes, diversos grupos de música y la banda La Pamplonesa; sin ellos, los Sanfermines perderían parte de su atractivo.
Durante el Apartado, la peña se reúne a menudo con miembros del Club Taurino Milano y New York City Club Taurino en la plaza de toros y, mientras saborean un delicioso pintxo de txistorra caliente acompañado de un fino fresco, conversan con ellos sobre las corridas de toros.
Los miembros de la Peña todavía conservan gratos recuerdos de la pintora de Düsseldorf Edith Hultzsch, que ganó el concurso de carteles de la Feria del Toro en 1981 y se enamoró de los Sanfermines; varias de sus creaciones artísticas decoran sus hogares en Alemania. El famoso pintor y escultor navarro Carlos Ciriza es muy apreciado por ellos por su amabilidad y excelente arte. Le han acompañado en varias de sus exposiciones en Mönchengladbach y en Paderborn. También poseen varias de sus esculturas y pinturas y mantienen una estrecha amistad con él. Cuando están en Pamplona le hacen una visita en su estudio. Con una copa de vino dialogan sobre su arte, los objetos expuestos y los próximos proyectos de arte.
Han transcurrido 56 años desde aquel día de septiembre en que llegaron por primera vez a esta maravillosa ciudad. Los miembros de la Peña Borussia han logrado inculcar el espíritu de los sanfermines a su descendencia, a la que llaman novillos. Estos novillos, que han acompañado a sus padres en Pamplona durante varios años y que ahora son casi toros bravos, están tomando poco a poco el relevo. Más tarde, seguramente les seguirán los nietos que, como Peña Borussia, continuarán celebrando los sanfermines de sus abuelos.
La Peña está ahora algo triste porque los sanfermines han tenido que ser cancelados debido a la crisis del coronavirus, pero por otro lado comprenden que proteger la salud de todas las personas es una prioridad absoluta. Por lo tanto, para ellos, la decisión de la ciudad de Pamplona de suprimir los Sanfermines 2020 ha sido correcta.
Los miembros de la Peña Borussia se reunieron este 6 de julio en el jardín de su club social en Mönchengladbach y, a las 12 en punto del mediodía, se anudaron al cuello el pañuelico rojo de las fiestas de San Fermín. Seguidamente, con la distancia adecuada y una copa de un cava especial, brindaron por San Fermín y Pamplona. Cantaron las canciones tradicionales de los sanfermines y gritaron varias veces: ¡Viva San Fermín!
¡Ya falta menos para San Fermín 2021!
