El año que viene volverá a nevar en Ajalvir pero no en Valdemorillo, no se sabe si habrá toros de invierno en Carabanchel, cambiará probablemente de caras, ideas y estilo la plaza de Madrid, se solaparán enteras las ferias de Castellón y de Fallas y, en fin, la feria de Abril no será en mayo. La Pascua de Resurrección caerá en 8 de abril y, por tanto, Sevilla recuperará su ser natural: la del DdR (¡que vivan las siglas!), la antepreferia, la preferia, la semana de farolillos y la corrida de Miura. Y hasta el año siguiente – el 13 ¡lagarto!- en que las cosas de Sevilla volverán del todo a su ser: la Pascua, en 31 de marzo. Y lloverá en feria, el albero se embarrará y se parará algún toro. Manso.
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