La Revolera

Los tres mosqueteros

Paco Mora
sábado 21 de mayo de 2011

Tres fenómenos del toreo. Un estoico, un aristócrata y un superclase. Castella, Manzanares y Talavante. Los dos toros de Juan Pedro se dejaron y de los cuatro de Parladé salvó la honrilla de la ganadería el sexto, porque cayó en manos de un torero que atraviesa un momento estelar…

Tres fenómenos del toreo. Un estoico, un aristócrata y un superclase. Castella, Manzanares y Talavante. Los dos toros de Juan Pedro se dejaron y de los cuatro de Parladé salvó la honrilla de la ganadería el sexto, porque cayó en manos de un torero que atraviesa un momento estelar. Talavante sacó partido de un toro realmente  bronco y poco colaborador, deseando echarle mano y estropearle la temporada. Pero su portentosa muleta en la mano izquierda hizo el milagro de que aquel toro hirsuto de embestida descompuesta, acabara metiendo la cara en las bambas de la franela. Y esa fue su perdición porque el extremeño, jugándosela de veras le consintió hasta un volteretón para conseguir meterlo en la canasta. Aquello fue una lucha de poder a poder en la que ganó la inteligencia torera y la calidad de este Alejandro tan magno como el otro Alejandro histórico. ¡Lástima de espada! Porque el triunfo estaba cantado, con el público entusiasmado y en pie esperando para sacar los pañuelos.

Castella se pegó un arrimón de padre y muy señor mío, colocándose en unas cercanías agobiantes, y como acertó con un buen espadazo paseó el albero con una oreja en la mano y, lo que es más importante, consiguió el reconocimiento del público de Las Ventas. El principesco Manzanares dio un curso de elegancia, conocimientos y un buen gusto realmente aristocrático. Ahora mismo José Mari está moviendo la base del trono del toreo, y promete ser un Rey para estar mucho tiempo gozando de la admiración y el cariño de todos los públicos del Planeta de los Toros.

Castella. Manzanares y Talavante quedaron proclamados por Las Ventas, el 20 de mayo de 2011, como los tres jóvenes mosqueteros del toreo actual. Un cartel que si se repite en las ferias de toda España puede ser la salvación de muchas taquillas. Los tres representan la juventud triunfante que no se resigna ante la mediocridad ambiental del país. Viéndolos entregarse de esa manera, cada uno en su estilo, dan ganas de gritar a pleno pulmón: “¡Viva la Fiesta Nacional!”. Ese fue uno de los méritos de los tres fenómenos.

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