La visita inesperada de San Isidro fue la del sexto novillo de Flor de Jara, que se jugó el pasado 16 de mayo. Noventa y un años después de la cornada mortal de Joselito en la plaza de Talavera de la Reina. Se guardó al final del paseíllo un minuto de silencio. La tradición se cumple religiosamente en Madrid, pero hace ya tiempo que, antes de empezar el duelo, precisa aclararse por megafonía que el homenaje va e iba, e irá, por “José Gómez Ortega, Joselito el Gallo” –y ningún otro Joselito conocido- y se recuerda, además, el año de la muerte: 1920. Señal evidente de que abundan los equívocos entre la gente nueva.
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