Especial San Fermín 2011 - Las verdades del Barquero

El espíritu de Pamplona

Barquerito
viernes 01 de julio de 2011

Aunque no lo parezca, casar y rematar los carteles de San Fermín requiere de dos virtudes mayores: paciencia y diplomacia. No la paciencia de Job, porque las fiestas de Pamplona son bíblicas pero no tanto. Sí una resistencia y un encaje, por la parte contratante, nada comunes en el negocio taurino. El abono está de antemano vendido al límite legal. Llena el santo pero no tanto.

Una figura del toreo tiene la obligación sin excusa de   torear en San Fermín. En los años de bonanza y en los críticos todavía más. Las duras y las maduras

Lo que hay en Pamplona son ocho señoras corridas. Cabezas de camada. Cuarenta y ocho pavos en regla, que, a diferencia de  los toros de Sevilla, Madrid   o Bilbao, tienen que dar dos o tres espectáculos a lo  largo de un mismo día

La fecha del 7 de julio es de reconocimiento tácito del ganadero: tras seis años de ausencia, vuelve a lidiar Torrestrella. Don Álvaro Domecq fue hombre clave en la gestación de la idea de la Feria del Toro

La Meca ha hablado y hasta insistido, por ejemplo, con Manzanares, Talavante y Morante, que no estarán. Las negociaciones son secretas, confidenciales y discretas, y en ese punto la Meca respeta una antigua norma del trato entre taurinos: no dar un cuarto al pregonero

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