Cuestión de genes

Hacia la plena producción

Juan Cristóbal García
miércoles 21 de septiembre de 2011

Por lo que respecta a la reproducción, un toro en condiciones normales, cubriendo a las vacas por la monta tradicional, puede hacer 30-35 montas al año, unos números que con los sistemas de reproducción artificial se multiplican y además es más rápido y seguro.

Los dos sistemas más extendidos son la inseminación artificial y el implante de embriones.Cada una de ellas se utilizará según si lo que se quiere aumentar es la producción de un macho o de una hembra.

En el caso de que lo que se quiera aumentar sea la producción de un toro se emplea la inseminación artificial. “Hay que tener en cuenta que de una eyaculación se pueden inseminar alrededor de 150 hembras. Por lo tanto, un toro es capaz de tener muchos más descendientes que por el sistema habitual. De hecho, la mayoría de las ganaderías de bravo conservan en la actualidad dosis de semen de sus sementales más destacados”, apunta Antonio Gómez Peinado, veterinario del Instituto Español de Genética y Reproducción Animal (IEGRA). Uno de los hierros precursores de los bancos de semen en el bravo español fue Torrestrella: “Mi padre ya comenzó a guardar pajuelas de toros hace 30 años. De hecho, recientemente inseminamos unas vacas y pronto se lidiarán toros cuyos padres murieron hace décadas”, confiesa Álvaro Domecq, propietario de la divisa gaditana.

En la inseminación también se están haciendo importantes avances. “Actualmente se está empezando a sexar el semen, lo que es muy importante en la ganadería de bravo para obtener machos”, señala Gómez Peinado.

En el caso de que sea la vaca la que se quiera maximizar su productividad, el método es la transferencia de embriones. “Se trata de fecundar una vaca y extraer el embrión a los siete días de quedarse embarazada y se implanta en una vaca que tenga siete días después de haber tenido el celo para que coincida en la fase del ciclo. Con esto, la vaca donante aporta toda la información genética y la receptora lo único que añade al embrión son los anticuerpos”, asegura Gómez Peinado.

Con ello se consigue que la vaca que tiene mejores cualidades según el ganadero puede tener muchas más crias, ya que no necesita pasar todo el embarazo y parir, con lo que los tiempos se acortan mucho.

El coste de estas dos técnicas no es muy elevado, aunque es recomendable adecuar las instalaciones de la finca para hacer el proceso más sencillo y eficiente, evitando que la vaca receptora se estrese. “Son muy beneficiosas y económicamente son asumibles por la ganadería. Ahora incluso estamos enseñando a inseminar a los propios vaqueros para que ellos mismos lo puedan hacer, reduciendo más si cabe el coste”, argumenta Gómez Peinado.

Otro de los métodos de reproducción, quizá el más novedoso es la clonación. Todavía no se ha desarrollado en ganado bravo y su resultado es una incógnita. “Los animales producidos por clonación -asegura José Córdoba, veterinario de la empresa de clonación Viagen- tienen los mismos genes que los animales donadores, por lo que los describimos como gemelos idénticos nacidos tiempo después. También como gemelos idénticos, los nuevos animales y sus donantes pueden tener diferencias fenotípicas, como diferencias en marcas. Debido a que los genes influyen en el comportamiento, los animales producidos por clonación y sus donadores generalmente tienen similitudes en su comportamiento, pero también pueden tener diferencias, ya que el comportamiento también está influenciado por la experiencia y el medio ambiente. En pocas palabras, el nuevo animal puede no ser indistinguible de su donante, pero será el que más se le parezca”.

El interés despertado en esta técnica es elevado: “Existen varios ganaderos de lidia en varios países que han mostrado interés en clonar ejemplares valiosos, tanto sementales como vacas, y hemos ya firmado algunos contratos de clonación y de banco de genes, es decir, el preservar la línea celular en congelación para poder clonar al individuo en el futuro. Desafortunadamente no hemos avanzado en los tiempos esperados pues hemos tenido que trabajar con las autoridades de los diferentes países para desligar al toro de lidia de los animales de la cadena alimenticia. Esperamos pronto poder comenzar a entregar los clones ordenados”, puntualiza José Córdoba.

En España, de momento, son dos los ganaderos que han mostrado interés en la clonación: Victoriano del Río -con el toro “Alcalde”, nacido en 1992- y Francisco Javier López Rubio -con el toro “Malicioso”, nacido en 1991-. “Lo que busco es no perder la posición que tengo ahora. Los avances genéticos son importantes y hay que hacer uso de ellos. La afición va pidiendo cada vez un toro diferente. Al nuevo “Alcade” lo queremos conservar como un recurso para un momento en el que pueda decaer la ganadería o se vaya por un camino que no deseamos y con él poder redirigirla. Creo que todos los ganaderos quisieran poder conservar alguno de sus mejores sementales y ahora existe esa posibilidad”, asegura Victoriano del Río.

Los motivos de López Rubio para decantarse por la clonación son similares: “Dar con un toro que transmita lo que tú quieres es muy difícil y por eso pensé en la clonación. Evidentemente el comportamiento no va a ser exactamente igual porque cada toro es diferente y no recibe el mismo trato. A pesar de ello, el manejo de nuestra ganadería no ha variado y creo que el resultado tiene que ser muy parecido”.

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