Al final, en el asunto de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña, cada cual está enseñando su auténtico rostro. La última revelación, para quienes no conocen la idiosincrasia de Convergencia y los convergentes, es que el “pujolismo”, única ideología que ha calado profundamente en el tejido social de la política catalana, es quien tiene la sartén por el mango en el “toros, sí” o “toros, no”, aunque en el último tramo del esfuerzo por acabar con la Fiesta, haya dejado que hicieran el papel de malos de la película los montaraces de ERC y los mercachifles del PSC- PSOE.
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