Tarde entretenida en la penúltima de la temporada. ¿Era necesario un corte del curso tan radical?… Para hoy se anuncia como cierre, el gran festival pro damnificados de la dana. Ponce, Barrera, Manzanares, Román, Simón Andreu y los mejores recortadores, nada menos. Como para no perdérselos. El cartel y no digamos el motivo, merecen la pena. La cita es a las doce. Hay que estar, es el momento de echar la pata adelante y ofrecer el pecho de la solidaridad. En la novillada de la Virgen, siempre se le conoció así, hubo de todo, como en botica. Toreo caro, momentos de impericia, novillos de excelente presentación, de no mucha bravura pero abundante toreabilidad que no es poca cosa, hubo milagros, el del propio toreo que surgió de lo más hondo de los chicos y sobre todo, milagro sobre milagro, el que permitió no solo que Alberto Donaire escapase indemne de tres volteretas, tres, y sobre todo que volviese a torear y que además lo hiciese con el regusto y la torería que lo hizo. Así que la tarde tuvo valles, simas, cumbres, satisfacciones, durezas y lagunas que tratándose de quien se trataba, novilleros en agraz, hasta me apetece obviar.
A Donaire le acogieron con una gran ovación en reconocimiento al esfuerzo personal que ha hecho por volver a torear tras el cornalón del año pasado. A su primero le interpretó un bonito galleo por chicuelinas de los que definen a un torero de clase. Luego sobre la mano derecha la faena tuvo perfiles de torero de arte. Una voltereta y otra y otra no le afligieron. En su segundo volvió a dar señas de la clase de torero caro que lleva dentro. Decir también que con la espada estuvo mal, nada que disimulase lo bueno que hizo.
Lo mejor de Borja Escudero fue su arranque de faena al quinto, justo hasta que el toro tras una voltereta se orientó y ya nada fue igual. A su primero ya lo había toreado con categoría al natural. Nacho Torrejón por su parte quedó inédito ante la invalidez de su primero e interpretó el natural con elegancia y ritmo al que cerraba plaza, lo que le valió la única vuelta al ruedo de una tarde con más contenido que premios.