Completaron la terna Víctor Puerto, que malogró con los aceros una meritoria faena frente a su complicado primero y paseó un trofeo del cuarto tras una templada y torera labor, y El Cordobés hijo, que sufrió un volteretón en el toro de su confirmación de alternativa y no pasó de discreto con el peor lote.
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El Cordobés hijo fue aplaudido a la muerte del toro que abrió plaza, "Tintorero", colorado, de 470 kilos, nacido en agosto de 2006 y perteneciente al hierro titular de Trinidad. El astado, de origen Domecq, como toda la corrida de Trinidad, sirvió para que Julio Benítez confirmara su alternativa. Lo más lucido de su actuación llegó en el saludo capotero, con vistosas verónicas y buena media. El toro, que empujó en el caballo y embistió bien a los capotes, no acabó de entregarse y terminó orientándose en el último tercio, en el que Julio no logró acoplarse a la embestida de su oponente, que no perdonó un descuido del torero que, por no llevar cosida y enganchada la embestida, sufrió una fuerte voltereta, de la que se repuso para terminar con el toro de estocada defectuosa. No lo vio claro con el jabonero sexto, un toro que, si bien no ayudó, tampoco fue buen lidiado por el torero, que transmitió inseguridad en todo momento.
Víctor Puerto malogró con la espada una faena de gran peso por la valentía y capacidad técnica de la que hizo gala frente a un toro muy complicado. El de Trinidad se puso casi imposible en el último tercio, pero Víctor no se conformó y, poco a poco, a base de tesón y enorme disposición, terminó metiéndole en la muleta en varias series de gran emoción. El toro terminó rajado y el torero pinchó, dejó después una estocada corta y trasera y tuvo que echar mano del descabello. El cuarto, un toro mansito aunque muy manejable, permitió al manchego gustarse con el capote -tanto en el saludo como en el posterior quite por verónicas- y con la muleta, con la que dejó pasajes de toreo al ralentí, pleno de gusto y cadencia. Dejó media estocada y Puerto, muy fresco y maduro todo el festejo, paseó el trofeo entre aclamaciones del público, que pidió para él el segundo apéndice.
Guillermo Albán sacó todo lo bueno que tenía el tercero bis, el mejor de los lidiados durante la primera parte del festejo y que salió como sobrero para reemplazar al titular, lesionado en una mano de salida. El toro tuvo bondad y el torero nacional supo exprimirlo en una faena que aunó voluntad con instantes de buen torero y que coronó de una estocada previo pinchazo. Una voltereta en el epílogo de su labor, cuando toreaba por bernadinas, acabó de meter al público en la faena. En el que hizo quinto protagonizó una labor de largo metraje en la que, de nuevo, su afán por conquistar al público de su tierra quedó patente. A pesar de sufrir dos desarmes, el público pidió incluso un segundo apéndice que el usía, con buen criterio, no llegó a conceder. Quito (Ecuador), 6 de diciembre. Toros de Trinidad. 1º) Orientado. 2º) Complicado, difícil. 3º) BIS Noble, manejable. 4º) Mansito aunque manejable. 5º) Noble. 6º) Deslucido. VÍCTOR PUERTO: Ovación y oreja con petición de otra; GUILLERMO ALBÁN: Oreja y oreja con petición de la segunda; JULIO BENÍTEZ "EL CORDOBÉS HIJO": Aplausos y silencio. Entrada: Casi lleno.
(Foto: Olga Olguín)
