"Para 2016 tengo tres corridas y tres novilladas, están para lidiarse mañana mismo y me encantaría regresar a Sevilla", afirma el propietario de la divisa madrileña.
Agustín Montes, y por extensión su ganadería de Montealto, ha echado un año importante, un nuevo suma y sigue para una divisa que ha conseguido el sello de la personalidad propia. “No teníamos una camada larga y por tanto la responsabilidad ha sido constante día tras día. Estoy contento con la temporada, sobre todo con la regularidad y con las tardes de Madrid, Las Matas o Guadarrama. Pero soy muy exigente conmigo mismo y por eso me preocupo mucho más por las cosas que no han salido bien que por los triunfos. Lo más importante es ir mejorando y que cada año salgan mejor los animales”, explica el criador en un extenso reportaje publicado esta semana en la versión impresa de Aplausos.
Fiel a una idea, Montes observa como cada temporada su concepto se ve más y mejor reflejado en el juego de sus toros. “Si algo me preocupa por encima de todo es que los toros tengan raza”, explica, antes de subrayar: “Nuestra ganadería tiene mucha clase, eso es algo que ha marcado siempre mucho a Montealto. La calidad es importante, pero mi obsesión es buscar la raza, la transmisión”, explica un ganadero que de cara al próximo ejercicio dispone de tres corridas de toros y otras tres novilladas picadas. “Están para lidiarse mañana mismo”, expresa con satisfacción.
En ese 2016, Montealto tiene un nuevo examen en Madrid tras la extraordinaria corrida lidiada el pasado 2 de Mayo, en la que saltó un toro excelente, uno de los ejemplares del año en Las Ventas y al que desorejó Morenito de Aranda. “Nunca se ha escrito nada de cobardes pero me aterra volver a Las Ventas. Tenemos una buena corrida, de muy buenas hechuras, pero es un trago. Madrid es muy difícil y más cuando la gente espera mucho de ti, como es nuestro caso. Me da miedo ir a Las Ventas con vitola de ganadero esperado. Es una satisfacción porque es lo que uno siempre ha buscado, pero la responsabilidad y los miedos aumentan el doble”, expone. El resto de la camada no tiene todavía destino aunque el teléfono suena: “Han llamado de varios sitios para las dos corridas de toros que tenemos además de la de Madrid pero nadie ha venido al campo a verlas todavía. ¿Qué me gustaría?, volver a mi Sevilla, por ejemplo, que no he podido ir este año porque no teníamos una corrida como la que merece esa plaza y esa afición. De las novilladas aún es pronto, pero no faltaran quien nos demande”.
El reportaje completo, firmado por Íñigo Crespo e ilustrado con fotografías de Julián López, esta semana en la revista Aplausos.
Frutero-58, uno de los toros del año en Las Ventas y al que Morenito de Aranda cortó las dos orejas.
