El valenciano Enrique Ponce cortó la única oreja del festejo celebrado en Acho, en el que El Fandi fue herido en la parte posterior del muslo derecho y Perera, que malogró con la espada una buena faena en su primero, pidió un sobrero de regalo que finalmente no fue concedido tras ver cómo el segundo ejemplar de su lote se lesionaba durante la lidia.
El Fandi, baja para este lunes en Quito
Enrique Ponce paseó el trofeo del que abrió plaza, un toro de pelo jabonero cuya muerte brindó al ganadero Roberto Puga. El toro, muy rajado, protestó en los engaños del valenciano, que con un temple prodigioso impidió que el ejemplar tocara los engaños. La faena, precisa técnicamente, contó con visotosos pasajes sobre la diestra y, en las postrimerías de la misma, cuando toreaba por circulares, fue feamente volteado, sufriendo un varetazo en el gluteo izquierdo y un fuerte golpe en la cabeza. Además, la taleguilla quedó destrozada, por lo que tuvo que matar al otro toro de su lote con un pantalón de paisano. Tras el susto se levantó sin mirarse para seguir toreando y matar al toro de efectiva estocada. El cuarto fue imposible y no pudo más que machetearlo por la cara.
El Fandi pechó en primer lugar con un toro protestado por el público por una supuesta cojera y por lesionarse un pitón en el ruedo, con el que sólo pudo brillar en banderillas. Después, puso todo de su parte en el último tercio pero el toro, soso, sin entrega y de escaso empuje, le impidió brillar. El quinto desarrolló sentido y no puso nunca las cosas fáciles al granadino, que fue volteado y herido en la parte trasera de la pierna derecha, sufriendo una cornada limpia, de afortunadamente poca extensión, pero que le impedirá actuar este lunes en Quito (Ecuador).
Perera, por su parte, se lució con el capote toreando por gaoneras y, tras comenzar con varios pases cambiados por la espalda en los medios, atornilló las zapatillas en la arena en varias series de un dominio y poderío tremendos. Hubo temple y suavidad, pero también poder en una faena en la que la muleta del extremeño imantó las embestidas del mansito ejemplar. Terminó por manoletinas y una estocada muy trasera y caída impidió que tocara pelo. El sexto se lastimó una de sus manos y, ante tan mala fortuna, el diestro quiso regalar el sobrero, hecho que no fue autorizado por el presidente.
Lima (Perú). Plaza de toros de Acho. Toros de La Ahumada, de juego deslucido y algunos complicados. ENRIQUE PONCE: Oreja y silencio; EL FANDI: Silencio y ovación tras ser herido; MIGUEL ÁNGEL PERERA: Saludos tras petición y silencio.
(Foto: Matías)
