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Oreja para Luis David y faenón de Roca Rey en la México

Fotos: TADEO ALCINA

La espada emborronó una gran faena de Roca Rey ante el segundo de la tarde, un buen toro de La Joya. El peruano apostó desde el principio con un emocionante quite por saltilleras. También lo hizo en el arranque de faena, con tres pases cambiados por las espalda en el último momento, realmente escalofriantes. Con el público pendiente de lo que ocurría en el ruedo, Roca Rey toreó en la corta distancia bajando mucho la mano en una labor de mando y exigencia, pero sabiendo dosificar al toro. Los talones anclados en la arena, los riñones encajados y el toro a milímetros de la muleta pero sin tocar las telas. Vibró La México. Los circulares finales tuvieron enjundia. Cuando tenía el triunfo en las manos, falló con la espada.

Nada pudo hacer Roca Rey frente al quinto, un toro áspero, geniudo y muy a la defensiva. Se frustraron las ilusiones del peruano, que lo intentó sin éxito. Casi a petición popular, también regaló un sobrero, de la ganadería de La Joya, poco ofensivo. Salió a por todas el peruano, que se dejó al toro crudo y le imprimió variedad en el quite por gaoneras y caleserinas. Fue cogido nada más comenzar la faena de muleta al querer iniciar un inverosímil pase por la espalda. A partir de ahí el público entró en faena y estuvo muy volcado con el torero. Bien Roca Rey, fijando con mando y firmeza la embestida de un animal al que le sacó todo lo que tuvo. Por encima del de La Joya. Marró al primer intento y se le escapó el premio.

ADAME, OREJA

Fría resultó la faena de Luis David Adame por las condiciones del tercero de la tarde, un toro colorado bien presentado pero sin entrega ni codicia, con una embestida anodina. Lo intentó Adame, pero cuando atacó al animal, éste embistió más rebrincado y defendiéndose. No hubo opción y el público mostró su enfado. Mal con la espada.

El sexto, de muy pobre e indigna presentación, le propinó a Luis David Adame una fuerte voltereta en el pase cambiado por detrás con el que iniciaba la faena de muleta. Se repuso el torero que, con la gente muy volcada con él, dejó algunos muletazos de relajada figura frente a un animal tan noble como de escasa raza. Mató de estocada y descabello, cortando una oreja.

Diego Silveti estuvo a buen nivel con el noble toro de La Joya que abrió plaza. La faena del torero mexicano estuvo presidida por la parsimonia y la despaciosidad desde los inicios con el capote en un quite por gaoneras. Silveti aprovechó la prontitud y alegría del toro para abrir el trasteo con la muleta -que brindó al público y al cielo, en recuerdo de su abuelo, Juan Silveti, fallecido recientemente- con pases cambiados. Toreó con buen gusto y corriendo bien la mano por ambos pitones. El toro se fue apagando y Silveti acortó las distancias. Cerró la faena por ceñidas bernadinas. La estocada cayó baja y el toro tardó en doblar.

La falta de fuerza condicionó el juego del cuarto de la tarde y la faena por tanto de Diego Silveti. Quiso el de La Joya, pero no pudo. Su endeblez hizo que la labor de Silveti transcurriera sin pena ni gloria. Regaló un sobrero de Xajay, muy bien presentado, que resultó deslucido. Con una embestida violenta y áspera, soltando la cara y sin ritmo, imposibilitó que Silveti alcanzara el triunfo deseado.

MÉXICO D.F. (México). Domingo, 21 de enero de 2018. Toros de La Joya, desiguals de presentación y deslucidos salvo 1º y 2º, de mejor juego; y un sobrero de Xajay 7º bis, violento. Diego Silveti, palmas, silencio y silencio; Andrés Roca Rey, ovación, silencio y palmas; Luis David Adame, silencio y oreja. Entrada: Más de un tercio de plaza. Tras romper el paseíllo, el público sacó a saludar a Diego Silveti, que compartió la ovación con sus compañeros.