Con Alecrim, clavando un rejón de castigo. (Foto: Pablohermoso.net)La noticia quizás estuvo en que Pablo Hermoso de Mendoza abandonó una plaza de toros a pie, cosa que no hacía desde hace un mes, doce festejos. Quizás esta noche fue la materia prima la que no colaboró con el estellés e influyó sobremanera en que solo fuese uno el trofeo obtenido.
Su primer toro tuvo poca historia. El toro se destrozó ambos pitones en los chiqueros y hubo que arreglárselos pocas horas antes del festejo. Eso diezmó sobremanera las fuerzas del toro. Se le concedió una oreja al esfuerzo, más que al lucimiento. El quinto de la tarde tuvo un comportamiento variable y un tanto extraño, que por momentos desconcertó incluso al propio rejoneador. Fue muy positivo para el debut de Alecrim, un caballo del hierro de Heredade Silveiras y que estuvo muy torero tanto toreando con la cola, como a la hora de reunirse con el toro. Se le vio un caballo poderoso y dominante de una situación que nunca le vino grande a pesar de ser la primera vez. Esta vez, el rejón de muerte le impidió abrir la puerta grande.
Sábado 20 de abril. Coliseo Centenario de Torreón (México). Toros de San Pablo (1º, 3º, 4º y 6º) y Refugio Peña (2º y 5º). Fermín Spínola: Oreja y dos orejas; Pablo Hermoso de Mendoza: Oreja y ovación; Joselito Adame: Oreja y palmas tras aviso. Entrada: Tres cuartos.
