Abrió plaza un toro colorado bien presentado, que fue manso en el caballo y derrochó calidad por el pitón izquierdo. Por ese lado basó su labor Rafaelillo con muletazos esforzados y voluntariosos, aunque carentes de quietud y profundidad. Lo mató bien de una estocada, dato que debió ser el motivo de la concesión de una oreja.
Rafaelillo se mostró entregado con el cuarto, toro soso y con peligro por la izquierda. La voluntad del murciano logró muletazos muy distanciados y de escaso relieve, todos sobre la mano derecha, además de una tanda discreta con la izquierda. Mató de dos pinchazos y estocada.
El segundo fue un toro bravo en dos varas y muy alegre en los primeros tercios, sangró mucho y se agotó al final. Escribano lo saludó con una larga en el tercio y lances buenos. Colocó tres buenos pares de banderillas. Brindó la muerte del animal a Rafaelillo. El toro fue noble pero se vino abajo en una faena de muleta que comenzó de rodillas y siguió con dos tandas con la derecha y una con la izquierda con el animal ya con un viaje más corto. Acabó con manoletinas. Estocada atravesada.
El quinto fue muy noble. Escribano lo recibió con una larga en el centro. Luego, lanceó con gusto. Colocó cuatro buenos pares de banderillas, el último al cambio en tablas. A la nobleza del toro le respondió el de Gerena con una templada faena por ambos pitones mientras el toro aguantó con viveza. Lo mató de una estocada trasera. El toro murió de bravo entre el clamor popular.
Otro buen toro fue el tercero de Murteira, que cumplió de bravo en dos puyazos y llegó noble al final. Javier Orozco mostró su escaso bagaje y su buen concepto. En la muleta comenzó algo atropellado, pero la bondad del animal le permitió relajarse para torear con gusto, aunque siempre con muy poco ajuste. Abusó del toreo periférico. La última tanda fue más celebrada, de forma que cuando mató de estocada trasera cortó una oreja.
El sexto fue bravo en dos varas a cargo de Adrián Navarrete. Se dobló por bajo de inicio. Ante un toro bondadoso pero algo parado y con tendencia a irse, Orozco instrumentó de derechazos con mucha voluntad y mucha distancia. La única tanda con la izquierda no la remató y el toro se rajó. Mató de tres pinchazos y dos descabellos.
Málaga. Sábado, 17 de agosto de 2024. Toros de Murteira Grave, bien presentados. Primero, manso y con buen pitón izquierdo; segundo, bravo, noble y agotado al final; tercero, bravo y noble; cuarto, soso y de buen pitón derecho y complicado por la izquierda; quinto, bravo y muy noble, y sexto, bravo en el caballo y rajado en la muleta. Rafaelillo, oreja y ovación con saludos tras aviso; Manuel Escribano, vuelta al ruedo tras aviso y petición y oreja tras aviso; y Javier Orozco, oreja y silencio tras aviso. Entrada: Algo más de media plaza.
