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Orejas de ley para Urdiales y Bolívar en Bilbao

Corrida dura y muy complicada de Victorino, que sin embargo lidia un toro sobresaliente en quinto lugar.

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Diego Urdiales y Luis Bolívar han paseado sendos trofeos ganados a ley en la corrida que ha puesto el broche a la feria de Bilbao. Se ha lidiado una corrida de Victorino Martín en la que ha habido toros muy duros y complicados junto a otros algo más manejables como el sexto y otro extraordinario lidiado en quinto lugar. Javier Castaño fue volteado y lesionado en las costillas, siendo trasladado al Hospital de Basurto.

Abrió plaza un toro serio, largo, cornipaso, muy en el tipo de la ganadería de Victorino Martín. El animal, bien recibido a la verónica en un saludo en el que el torero, muy decidido, le ganó terreno, embistió en el último tercio humillado y con nobleza y cierto ritmo cuando era conducido por abajo por el pitón derecho. Por el otro lado se quedaba más corto y llegó una voltereta a partir de la cual se agrió más el carácter del victorino, que repuso las arrancadas dificultando la labor del diestro. No le importó a Urdiales, que anduvo valiente y firme en una lidia en ocasiones molestada por el viento y coronada de una estocada tendida y que, de haber sido refrendada mejor con el descabello, podría haber sido premiada con una oreja.

Se salió con el capote Urdiales ante el cuarto con torería hasta los medios, flexionando la pierna y tratando de enseñar a embestir al de Victorino, que repone y se frena en las embestidas. Otro toro difícil, que no amilana para nada al riojano, que, reposado y sereno en todo momento, trató de hacer romper al toro hacia adelante en una faena muy valiente, en la que anduvo muy por encima de la res. En un momento de la faena fue trompicado y derribado, librándose de milagro de una cornada en la cara que pudo ser fatal, pues el pitón rozó el pómulo del diestro, que sufrió una paliza fuerte. Mató por arriba y dio una vuelta al ruedo de ley.

Puso todo ante el sexto, al que cuajó una faena que siempre fue a más y contó con varias series de naturales postreros de un mérito sensacional. Finiquitó al toro de estocada corta en lo alto y paseó una oreja ganada en buena lid. El segundo fue una auténtica prenda. Javier Castaño, que pudo haber sido reventado contra las tablas de salida cuando fue desarmado cuando paraba al toro con el capote, muy pronto se percató de la complicadísima condición del toro, que cortaba el viaje por los dos pitones y no tenía ni un solo muletazo. Llegó a prender al salmantino cuando toreaba con la mano zurda, provocándole una voltereta de la que salió haciendo gestos de no poder respirar bien. Pasó a la enfermería, donde tras ser reconocido fue trasladado al Hospital de Basurto para ser sometido a distintas pruebas radiológicas. Según las primeras informaciones, el torero podría tener fracturada alguna costilla. David Adalid saludó en banderillas.

El tercero fue otro toro muy difícil que, además, fue poco picado, llegando muy entero y enterado al último tercio. Luis Bolívar, valiente y lidiador, protagonizó una actuación muy digna, metiéndole la mano con facilidad con la espada y descabellando. Curiosamente, el toro fue aplaudido en el arrastre y el torero pitado.

Al quinto lo recibió el caleño con una larga cambiada y vistosos lances de capa. Quitó bien por delantales Urdiales, con un segundo lance y una media de remate preciosos, y replicó el matador de turno con chicuelinas. Brindó el colombiano al público para cuajar después por los dos pitones a un gran toro de Victorino, que embistió con ritmo, suavidad, nobleza, templanza, recorrido y una gran humillación. Respondió el torero con una faena en la que hubo bellísimos muletazos, epilogada con toreros ayudados por bajo y una gran estocada en los mismos rubios. La oreja fue una de las de más peso de la feria.

Bilbao, 26 de agosto de 2012. Toros de Victorino Martín, muy complicados y duros salvo el 5º, un gran toro, y el manejable 6º. DIEGO URDIALES: Ovación tras aviso, vuelta al ruedo tras leve petición y oreja; JAVIER CASTAÑO: Herido; y LUIS BOLÍVAR: Pitos y oreja. Entrada: Más de media. David Adalid saludó en banderillas en el segundo.