VÍDEO ENTREVISTA A ORSON WELLES HABLANDO DE TOROS (en inglés)
El 6 de mayo de este 2015 se conmemora el centenario del nacimiento de Orson Welles, actor, director, guionista, productor de cine y uno de los artistas más destacados del siglo XX. Nacido en Kenosha, Wisconsin, ha protagonizado algunos de los capítulos más destacados de la historia de la radio, el cine y el teatro. Su adaptación radiofónica de La guerra de los mundos, de H. G. Welles, se estudia en todas las universidades de periodismo, y algunas de sus películas, como Ciudadano Kane, están reconocidads entre las mejores del séptimo arte por público y crítica.
Este artista genial también fue un gran aficionado a la fiesta de los toros. Su primera visita a España fue con apenas 17 años, viviendo en el barrio de Triana, en Sevilla. Allí descubrió la Tauromaquia y quedó impactado, tanto que llegó a torear como becerrista en unos cuantos festejos en Carmona y El Aljarafe con el apodo de El Americano, aunque con escaso éxito, así lo narran en el documental del alemán Leif Karpe y los sevillanos Alberto Rojas Maza y Rodrigo Gómez Reina titulado, también, El Americano.
Más tarde volvió a España para rodar varias películas en España y siempre que podía acudía a una corrida de toros. Incluso realizó, al menos, tres documentales sobre los toros en Sevilla para la BBC británica, la RAI italiana y la ABC estadounidense.
En alguna entrevista, Welles aseguraba sobre la fiesta de los toros que es “es indefendible e irresistible, una tragedia dividida en tres actos”. El cinesta argumentaba: “un toro puede matar a un tigre o a un elefante, así que obviamente puede matar a un hombre”. Aseguran incluso que le rondó la idea de rodar una película sobre el ambiente ambiente. Siempre que tenía ocasión expresaba su pasión por los toros, como lo hizo en 1974 en una entrevista con Michael Parkinson en la BBC -que podemos ver más abajo-, o, por ejemplo en 1960 en Valencia en el diario Pueblo, donde afirmaba: “Me hubiera gustado ser picador”. Dicen que se le llegó a confundir con uno en Villalpando al acompañar a Andrés Vázquez dada la gran corpulencia de Welles.
Fue un gran amigo de algunas de las figuras de la época, como Luis Miguel Domínguín o, sobre todo, Antonio Ordóñez. Tanto fue así que tras su muerte víctima de un ataque cardíaco a los 70 años, sus cenizas fueron depositadas en Ronda, en la finca de San Cayetano, propiedad del maestro Ordóñez.

