La evolución de José Ortega Cano sigue siendo satisfactoria. Al torero le han bajado los niveles de sedación y durante muchos momentos del día permanece despierto y reconoce a los familiares. “Responde con gestos a todo lo que le preguntan. Intenta hablar pero no puede. Nos hace gestos y nos conoce a todos cuando entramos a verle”, confirma Aniceto, cuñado del torero, quien ha asegurado que el torero ha experimentado una “ligera mejoría aunque todo va muy poco a poco”.
El torero todavía permanece conectado a ventilación mecánica ya que "no tiene capacidad para respirar por si solo, está muy débil", matizaba Aniceto.