Lento, despacioso, desmadejado, sin un envaramiento ni un gesto inarmónico. Torero de terciopelo, de algodón en rama… El toro puede embestir como quiera que él ya lo reducirá a la velocidad adecuada a su angelical toreo. Así se ha mostrado esta tarde Pablo Aguado con su lote en Castellón de La Plana. No se parece...