La plaza de toros de Toledo se prepara para vivir este jueves una de sus fechas más emblemáticas: la festividad del Corpus con un cartel de relumbrón para la ocasión con Enrique Ponce, El Juli y Sebastián Castella frente a toros de Garcigrande. "Nuestra intención al confeccionar un cartel tan fuerte como el de este año es conseguir que se produzca un salto, un puente generacional, entre lo que fueron los años fuertes de la festividad del Corpus y el actual. Unir los carteles aquellos de Dominguín, El Cordobés, Paco Camino, Antoñete… con los tiempos actuales. La tradición de ver toros en Toledo el día del Corpus debe recuperarse”, señala Pablo Lozano hijo.
En el proyecto de refundar la idea de plaza referente, Pablo Lozano sostiene la buena acogida que se han encontrado entre la afición y las instituciones locales y provinciales: “Todos estamos remando en la misma dirección, esa es una realidad. Tanto la propiedad como la Diputación Provincial o el propio Ayuntamiento están muy ilusionados con nuestro proyecto y desde el primer instante han mostrado una alta receptividad hacia nuestras ideas y nuestra forma de trabajar”. El propio empresario destaca un concepto empresarial que es puntal de futuros éxitos: “Hay que generar ilusión entre los aficionados, el público debe sentir ese interés por ir a la plaza y eso sólo se consigue con buenos carteles. Eso es lo que debe ser esta plaza, un escaparate de calidad”.
Una jornada de toros en Toledo es mucho más que las dos horas de festejo, ese es otro baluarte de la empresa. Una ciudad con el potencial turístico que posee esta capital castellana debe fusionar el concepto social y taurino. “Toledo respira cultura y tradición por todos sus rincones. Es un magnífico pretexto para disfrutar de un día cultural y gastronómico y por la tarde disfrutar de la rivalidad en el ruedo de tres figuras frente a una corrida que goza de todas las garantías”, explica Pablo Lozano.
La política de precios ha sido un aspecto muy cuidado. El esfuerzo empresarial es muy notable en este sentido. “Hemos mantenido precios del año 2011 incluso con un considerable descuento en algunos segmentos”, destaca Pablo Lozano. “Entre la oferta de localidades hay un abanico para todos los públicos y todos los bolsillos. Desde 15 euros se puede asistir al festejo, pasando por otras entradas de 20 ó 30 euros hasta los 100 euros que cuesta una barrera de sombra”, pormenoriza.

