Todos los espadas actuaron una tarde: Palomo Linares, Julián García y El Niño de la Capea, el 16; El Viti, Paquirri y Ricardo de Fabra, el 17; Ruiz Miguel, José María Manzanares y Mariano Ramos, el 18; y Paco Camino, Santiago López y Dámaso González, el 19. A decir de las crónicas de la época, lo más destacado lo hizo Camino el día de San José, que cortó una oreja a cada uno de sus toros. En este festejo, el diestro de Camas reaparecía en España tras su retirada en junio del año anterior a consecuencia del percance mortal sufrido por su hermano Joaquín en Barcelona.
Con doble trofeo también fueron premiados el azteca Mariano Ramos, Santiago López y Dámaso González. Una oreja cortaron Palomo Linares, Paquirri y Ricardo de Fabra. La bronca del ciclo se la llevó El Viti, que no tuvo una afortunada actuación. Un hecho curioso lo protagonizó El Niño de la Capea, cuando se desvestía en el hotel se dio cuenta de que llevaba un puntazo en la ingle derecha, en el mismo sitio donde había sufrido una cornada meses atrás toreando en México. Lo tuvieron que trasladar al sanatorio de Santa Teresa, donde el doctor don Felipe de Luz lo intervino.
En las corridas se lidiaron toros de Juan Mari Pérez-Tabernero, Benítez Cubero, Martínez Benavides, Marcos Núñez -3-, María Coronel -3- y un sobrero de El Pizarral.
La novillada previa resultó accidentada, pues tuvieron que ser atendidos en la enfermería los espadas Chavalo y Copetillo, y el banderillero El Jaro. Se lidiaron reses de García Romero y la terna la completó Sebastián Cortés. Solo Copetillo fue capaz de cortar una oreja.
Una nota muy destacada fue la asistencia de público, pues en las tres primeras corridas se rozó el lleno mientras que el día de San José se completó el aforo.
