"La cornada está bien, ya no supura y ayer mismo me quitaron el drenaje. Pero me duele mucho el nervio ciático, eso es lo peor. Me lo dejó pelado y eso es lo que me tiene más intranquilo. Ya puedo levantarme y caminar aunque con mucho miedo por el nervio”. De este modo explica el torero murciano Paco Ureña su estado tras haber sido herido de gravedad el pasado viernes en Las Ventas por el cuarto toro de El Montecillo que le infligió una cornada de 25 centímetros.
Paco Ureña ha sido dado de alta y ya ha puesto rumbo a su domicilio en Sevilla. "Espero estar listo para torear en Istres el próximo 14 de junio", adelanta el murciano.
"Me dolió no poder torear el domingo mi segunda corrida pero estoy satisfecho de mi actitud el viernes. Hice lo que tenía que hacer que era arrimarme y dignificar mi concepto del toreo. Di todo lo que tenía en la plaza y eso es para estar orgulloso", reflexiona sobre las sensaciones que le dejó la tarde del viernes. "La ovación de Madrid cuando iba a la enfermería me recompensa todo. No era lo que buscaba pero nada más se podía hacer. Sé que no di un paso hacia adelante en mi carrera pero tampoco di tres para atrás", sostiene.
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