Paco Ureña: "Todo lo que tengo se lo debo a Las Ventas"

El torero murciano tiene ante sí un futuro ilusionante apoderado por la Casa Chopera
Redacción APLAUSOS
sábado 04 de enero de 2014

Ha sido una de las noticias más destacadas del mercado de invierno. La Casa Chopera, en la figura de Pablo y su hijo Manuel, junto al matador de toros Manolo Sánchez, sarán los nuevos apoderados del diestro Paco Ureña. Toda una oportunidad que el murciano no llegaba a creerse. “Cuando me reuní con ellos y me vi sentado compartiendo la misma mesa, mi asombro era tremendo. Mi cabeza no paraba de pensar: un tío como yo, que viene de la nada y estoy aquí junto a esta gente tan importante. Recuerdo que me empezó a hablar don Pablo, si yo veía bien que me apoderaran y demás, y yo pensaba: pero cómo no lo voy a ver bien, si es lo que siempre he soñado. Soy consciente de que ellos me van a ayudar, se van a volcar conmigo, pero el que tiene que hablar soy yo en la plaza. Tal y como están las cosas si no es de la mano de ellos sé que me va a costar muchísimo llegar donde quiero, pero también sé que como yo no haga lo que tengo que hacer y todos los días dé motivos para que peleen por mí, lógicamente me quedaré parado. Es una presión grande, pero qué presión más bonita”, comenta con una sonrisa.

Está feliz. Pletórico. Para Paco Ureña el año supersticioso por excelencia ha sido el que le ha devuelto la suerte. Cuando parecía que estaba en el más absoluto olvido llega Madrid y le pone de nuevo en circulación. Dos tardes en Las Ventas le han servido para ratificar esas condiciones en las que el murciano nunca ha dejado de creer. "Ha sido realmente increíble porque de estar prácticamente muerto a estar en boca de aficionados y profesionales, el cambio es más que considerable. Estoy muy contento y satisfecho por lo conseguido".

Y es que el diestro de Lorca tiene muy claro que Madrid es la plaza a la que debe todo lo lo que le está sucediendo, y manifiesta: "Sin Madrid nada de esto hubiese ocurrido. Después de unos cuantos de años de alternativa iba a ver mi sueño realizado, por fin iba a confirmar en Las Ventas. No negaré que los días previos lo pasé realmente mal porque era consciente de que estaba asumiendo un riesgo muy grande, me lo iba a jugar todo. Pero cuando puse un pie en la plaza mi cuerpo se relajó y me olvidé de todo, tanto que hubo un momento toreando que no sabía ni dónde estaba, estaba toreando con el alma. Salió todo muy bien, en el primero di una vuelta al ruedo y al segundo le corté una oreja. Desde luego ha sido el día que ha marcado mi vida y mi carrera. Hasta ese momento estaba muerto en combate, no contaba para nadie, y llegó Madrid y me resucitó. Luego por fortuna lo pude ratificar todo el 12 de Octubre".

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