El 29 de enero de 2006 un toro de la ganadería de Cuatro Caminos, de nombre "Pajarito", llegó a los tendidos de la Monumental de México de un limpio salto. Un hecho semejante jamás había ocurrido en los casi sesenta años de historia del embudo de Insurgentes. El pánico se apoderó de los presentes y hasta siete personas tuvieron que ser atendidas en la enfermería de la plaza, una de ellas con una cornada en la zona púbica. Tras el incidente, el rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza cortó el rabo 119 de la historia del coso del Distrito Federal.
"Pajarito", número 167, con 503 kilogramos y de la ganadería de Cuatro Caminos, sembró el terror. Siete fueron los heridos, y milagrosamente, ninguno de gravedad. Una señora de 60 años sufrió una cornada no grave en la zona púbica, mientras que otro aficionado, de 76 años, se fracturó la cadera al caer al callejón cuando intentó escapar del astado. Hubo otros cinco lesionados con golpes contusos y otros cuantos con crisis nerviosa que no necesitaron de hospitalización. Pablo Hermoso de Mendoza, que ese mismo día cortó un rabo, el 119 de la historia de la plaza México y segundo en su carrera conquistado en aquella plaza, mató al toro volador en el tendido junto al matador texcocano Leopoldo Casasola y el rejoneador Felipe Vallina.
