Entramos en tiempo de San Fermín. La semana acabará teñida de rojo pamplonica. Madrugadas de sobresaltos. Pasión y exceso en la plaza, en la calle, en la mesa. Medio mundo pendiente de Pamplona, el otro no sabe lo que se pierde. Lo marca el calendario y lo marca la necesidad ambiental. ¡Aire, por favor!, nos ahogábamos en el pesimismo y lo que es peor, en la realidad. Jodida crisis. Pamplona es otro mundo. Lleno en los tendidos, abonos agotados, locura por conseguir una entrada, alegría desbordante, a su estilo, cada plaza tiene su estilo, aquí es el toro en su máxima expresión, los toreros con la sonrisa congelada, es lo que toca, y los empresarios en general transidos de envidia, ¡cómo se hace, esto cómo es!
