La pureza y la naturalidad. Esas son las señas de identidad de lo que David Galván define como “Orteguismo” y que tiene al maestro Rafael Ortega como referencia vital. Fluye la ilusión en La Isla a pocos días de la alternativa del propio Galván de manos de Francisco Ruiz Miguel. Maestro y discípulo, con Enrique Ponce de testigo...
La pureza y la naturalidad. Esas son las señas de identidad de lo que David Galván define como “Orteguismo” y que tiene al maestro Rafael Ortega como referencia vital. Fluye la ilusión en La Isla a pocos días de la alternativa del propio Galván de manos de Francisco Ruiz Miguel. Maestro y discípulo, con Enrique Ponce de testigo. Ambos reconocen sus vínculos ideológicos y espirituales. Admiración del novel a su padrino y fe ciega de éste a su pupilo. Relevo generacional, testigos de la historia. Entrega, raza, expresión, sentimiento y arte. Pasado y presente en busca del futuro.
Galván: “Espero continuar la senda del orteguismo, basada en la pureza y en la naturalidad del toreo”
“Me gusta sentirme toreando, plasmar mi personalidad delante del toro y sobre todo entregarme y dejarme”
“Cuando me entrego, me desnudo por dentro. Mi único interés en el toreo es sentirme realizado”
Ruiz Miguel: “Tiene todas las papeletas para ser una gran figura del toreo y un revulsivo para la Fiesta por su concepto”
“Es un sueño volver a San Fermín. Quiero ir con una corrida buena para disfrutar”
“Nunca he jugado de farol y si digo voy es que voy. No soy ningún loco, soy realista”
Lea la entrevista completa en su revista APLAUSOS