La temporada ha sido buena, según reconoce José Rufino. Las corridas de Madrid, Málaga, Cenicientos e Illescas, sin olvidar toros sueltos de Valdemorillo, le han dejado satisfecho. Con 220 vacas y una veintena de sementales, esta divisa azul y amarilla camina en busca de esa bravura que su propietario persigue mediante la fijeza como objetivo prioritario, la nobleza y la duración en la muleta.
“Los grandes ganaderos son los que consiguen que todos sus toros se comporten de manera homogénea, que tengan un son y un ritmo reconocibles”
“La ganadería nuestra tiene carácter pero los factores que más valoro en los animales son la fijeza y la duración”
“En plaza de Madrid lidiamos uno de los toros más bravos del año. Ojalá todas las temporadas fueran como estás”
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