Escribo mientras se arrastra el último de la Feria de Julio. Breve en el tiempo, intensa en la polémica, se agrió el ambiente, se agrió la paloma, en realidad venía agrio, se supone que por cómo está la calle, que todo cuenta y por la feria misma, a los carteles me refiero, por lo que fue y ya no es y lo que te rondaré para que vuelva a ser si alguien con poder y voluntad no coge al toro por los cuernos y pone a todos a laborar en la buena dirección. Jodida está la cosa, más por ponerlos a todos a caminar en la buena dirección que por la feria misma que mal que bien seguirá gastando prestigio y seguramente dinero camino de no se sabe dónde o sí se sabe, y hasta no se sabe cuándo aunque se presupone.
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