Perera subió a los cielos

La pasada temporada, algunos consideraban a Miguel Ángel Perera como un torero amortizado. Pero ya en la Feria de Albacete le dio un fuerte aldabonazo a la Puerta de la Gloria del toreo que este sábado descerrajó con una actuación apoteósica en la Feria de Otoño de Madrid

La pasada temporada, algunos consideraban a Miguel Ángel Perera como un torero amortizado. Habían decidido que era un torero demasiado frío de cuello al que, pasado su periodo de novedad, le costaba un mundo conectar con los tendidos. Pero con el comienzo de este 2017 el de Puebla de Prior experimentó un cambio, con el que el entendimiento entre público y torero creció de manera visible. Algo que se ha ido traduciendo a lo largo del verano en triunfos. Ya en la Feria de Albacete le dio un fuerte aldabonazo a la Puerta de la Gloria del toreo que este sábado descerrajó con una actuación apoteósica en la Feria de Otoño de Madrid, saliendo en hombros hacia la Calle de Alcalá.

Perera se proclamó en Las Ventas como la muleta más rotunda y poderosa del toreo actual. Y lo hizo con una seria corrida de Puerto de San Lorenzo, a la que había que entender muy bien y echarle mucha bragueta. Pero es que el sábado, el extremeño, no fue solo el torero a “palo seco” que siempre se ha esperado de él, ya que sus dos faenas estuvieron salpimentadas de detalles imaginativos, cimentadas, desde luego, en la quietud y el temple. Una oreja de cada toro se llevó en el esportón, pero pudieron ser cuatro con más acierto con la tizona. ¡Cómo habrá estado el mozo, para que el exigente público madrileño no le echara cuentas ni a los pinchazos ni al descabello! Total, que quienes preconizaban la defunción artística de Perera tuvieron que rectificar y aceptar la resurrección y gloria de un gran muletero, que hasta con el capote, que no fue nunca su fuerte, brilló con luz propia.

Del Álamo y López Simón lucharon toda la tarde con tesón y entrega, y el público comprendió las dificultades de sus respectivos lotes, pero es que Perera estuvo sencillamente intratable. Fue mucho Perera…

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