Daniel Luque firmó una de las faenas de la tarde frente al sexto, que brindó a la familia Lozano, sus apoderados. Hubo toreo bueno por parte del sevillano, que toreó con mimo y delicadeza, gustándose en el toreo sobre ambas manos. El toreo por abajo del epílogo tuvo enjundia. Dos orejas rotundas.
Talavante desorejó a su segundo, con el que dejó naturales de muy buen corte, templados y de figura erguida. Faena de detalles y de gran inspiración del extremeño.
Perera se inventó la faena al cuarto, que no se empleó en ningún momento. Cogía bien los engaños pero nunca rompió al final, sin embargo, en terrenos de cercanías le plantó cara Perera y sacó agua de un pozo seco. Oreja.
El tercero fue devuelto a los corrales y en su lugar salió un sobrero del mismo hierro, al que saludó con buenas verónicas Daniel Luque. No era fácil el toro pero el de Gerena acabó imponiéndose, extrayendo series a base de provocar la embestida y poniéndose en el sitio. Las luquecinas finales y una buena estocada fue clave para que cortara las dos orejas.
La falta de entrega del segundo condicionó la faena de Talavante. El toro acabó buscando la querencia y por mucho que se empeñara el torero en estructura faena, fue imposible.
Miguel Ángel Perera cortó la primera oreja de la tarde al noble alcurrucén que abrió plaza y que brindó a la familia Lozano. Pulseó muy bien el extremeño el templado viaje del toro, extrayendo muletazos de perfecta ejecución, entendiendo muy bien las alturas. Muy asentado, sacó partido del animal. Mató de buena estocada.
Segovia. Domingo, 29 de junio de 2025. Toros de Alcurrucén. Miguel Ángel Perera, oreja en ambos; Alejandro Talavante, ovación y dos orejas; y Daniel Luque, dos orejas en ambos. Entrada: Tres cuartos. Tras finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Manolo Lozano. Después sonó el himno nacional.