Miguel Ángel Perera fue el encargado de dar este viernes el pistoletazo de salida a la Feria Taurina de Albacete. Lo hizo leyendo el tradicional pregón en un salón repleto de público en el Teatro Circo de la ciudad.
Acompañado por la alcaldesa de Albacete, Carmen Bayod, por otras autoridades civiles, políticas y militares de la ciudad y por un centenar de aficionados, el torero protagonizó un discurso lleno de sentimientos, de recuerdos de infancia y de gran orgullo por saberse pregonero de una tierra que siente como su segunda casa, en un acto en el que le han precedido sólo toreros de la tierra o el Premio Nobel Mario Vargas Llosa.
No olvidó Perera la cantidad de toreros que ha dado Albacete, haciendo un alto en el camino para dirigirse a Dámaso González, quien quiso honrar a todos con su presencia. Hacia él fueron dedicadas palabras de cariño, admiración y reconocimiento.
También quiso recordar el extremeño a los grandes hierros castellano-manchegos: Samuel Flores, Las Ramblas, Los Chospes, Sonia González, o Daniel Ruiz. De éste último era el toro “Pescadero”, al que Perera indultó en la pasada feria de 2013 y cuyo recuerdo –reconoció con honda emoción-, no podrá olvidar.
“Todo lo que soy, que va mucho más allá de todo lo que tengo, se lo debo al toro. Me esfuerzo día a día por ser mejor. No hay descanso. Y, cada día, más afición. En este 2014 cumplo diez años como matador de toros. He salido dos veces consecutivas por la Puerta Grande de Madrid, y me han visto triunfar en otras muchas Ferias. Pero lo mejor de todo este tiempo, son todos ustedes. Mis seguidores incondicionales, y quienes de verdad sostienen la Fiesta”, señaló Perera.
El broche final al acto lo puso la alcaldesa Bayod, quien entregó a Perera, en nombre de la ciudad, una navaja albaceteña.
