“No he visto tanta entereza en mi vida, en la enfermería ya era consciente que esto se podía haber acabado y que ese novillo puede truncar su carrera en los ruedos”. De este modo explica Antonio Picamills lo que se vivió ayer en la plaza de toros de Ávila. “No he vivido nada igual nunca, es un momento muy duro para todos. Su entereza nos ha dejado tocados a todos. Él mismo llamo a su mujer a explicarle cuál era la situación e incluso a prevenirla que esto había dado un giro radical a su vida”, subraya.
El propio Antonio Picamills revela un comentario que refleja la fortaleza de este torero: “Hablando con él ya de madrugada en el hospital de Salamanca, me dijo que lo que más sentía es que hubiese sido un novillo el que haya acabado con su carrera. Es más, me dijo que sabía que su vida había cambiado desde ese momento y que sus esfuerzos se iban a centrar en recuperarse lo antes posible y que si tenía que marcarse como meta en dos años ser campeón paralímpico lo iba hacer”.
Pese a lo que comenta el torero, hay que seguir los plazos de los médicos con la esperanza de que lleguen noticias más esperanzadoras, ante los que Picamills admite: “El tema esta en saber hasta qué punto esta afectada la médula. Los médicos nos explicaron que era vital operar cuanto antes, pero mientras no bajara la inflamación iba a ser complicado. La intención es trasladarlo a Madrid pero de momento hay que esperar. Lo más jodido de este tema es que no estamos hablando de una lesión o una cornada con tiempo de recuperación, sino que estamos hablando de secuelas para toda la vida”
