El Quiebro

Preocupante

Ramón Bellver 'El Blanco'
domingo 25 de enero de 2015

No apretemos a los ganaderos autóctonos, ayudémosles a mantener su patrimonio para que la raza de ganado bravo valenciano se mantenga. Y ellos que fijen un precio mínimo razonable para todos y que se respeten entre ellos, que no revienten el mercado.

Las primeras compras en el campo bravo ya se están haciendo. Como decían las previsiones, poco y caro. Algunos ya se han gastado algo más de la cuenta en la adquisición de algún ejemplar, y por tanto, querrán ajustar el presupuesto del año en otros temas y eso es lo preocupante.

Preocupante para los ganaderos autóctonos por ejemplo. Las comisiones y peñas harán ofertas y apretarán hasta la asfixia a muchos de ellos, y por otro lado, varios ganaderos lanzarán, si no lo han hecho ya, sus rebajas del año dejando un precio irrisorio primando la cantidad por la calidad reventando el mercado. Esta última situación a los ganaderos con prestigio no creo que les afecte, por que llevan mucho tiempo en esto y su caché no es negociable, puesto que aseguran presencia y juego en sus vacas y toros, pero al resto, a corto o medio plazo te los cargas. Estos que bajan tanto el precio, quedándose con muchos pueblos en donde los organizadores, dejándose llevar por la oferta y sin pensar que tipo de ganado correrá por sus calles en esas condiciones, obligan al resto a bajarse los pantalones si quieren una parte del pastel. Y arrancar un camión y llenarlo de animales así, es perder dinero.

Es duro mantener una ganadería en la Comunidad Valenciana, hay que respetar numerosas normativas y exigencias. Si encima no está recompensado económicamente ni para mantener el ganado la situación se hace insostenible y muchos desaparecerán. Con ellos grandes vacas y toros de corro que echaremos de menos, igual que nos pasó con la crisis de la tuberculina que se llevó por delante a animales míticos, y ahora que parece que se recuperen afilamos de nuevo la puntilla.

Lo ideal sería que las peñas y comisiones no apretasen tanto a los ganaderos de la zona con esas ofertas que son hasta ofensivas, y que los ganaderos fijasen un precio mínimo que habría que respetar. Eso sería en un mundo feliz, pero la situación que veo es que me gasto 6.000 euros en un toro cerril y luego le digo al ganadero que me tiene que encerrar los toros y sacarme cuatro vacas que se ajuste en un precio de salida de unos 400 euros y encima me quite algo, y de paso que me regale una capea. Y por otra parte recibo en una reunión noticias de que Fulanito encierra los toros, te hace una tarde de vacas y un toro embolado de corro por 350 euros, y yo como me he gastado más de la cuenta en la compra del toro cerril lo acepto. Y así nos hacemos daño entre todos.

Cada vez que hablo con un ganadero de la zona me plantea un futuro muy negro. Como me decía uno de los grandes, en los festejos de Bous al Carrer lo tradicional no era soltar un toro cerril y luego vacas, era las vacas y ocasionalmente un toro cerril. No nos carguemos la verdadera esencia de nuestra fiesta. No apretemos a los ganaderos autóctonos, ayudémosles a mantener su patrimonio para que la raza de ganado bravo valenciano se mantenga. Y ellos que fijen un precio mínimo razonable para todos y que se respeten entre ellos, que no revienten el mercado. De lo contrario, pan para hoy y hambre para mañana.

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