Valencia ha sido la ciudad elegida para la presentación el libro Enrique Ponce, un torero para la historia, una biografía escrita por el propio torero y el prestigioso escritor Andrés Amorós que ha visto la luz esta misma semana y que ya se puede adquirir en las librerías.
El acto de presentación a los medios de comunicación tuvo lugar en el Hotel Astoria con presencia de los autores de la obra, que ha sido editada por Esfera de los Libros y que ya ha tenido que poner en la calle su segunda edición debido a la gran demanda registrada en estos primeros días de venta.
Fue Enrique Ponce quien primero se dirigió a los medios para explicar los contenidos y estructura del libro. “Trata de mi trayectoria de 23 años consecutivos como matador de toros“, explicó. “Llevo en el toreo desde niño y condensar casi 30 años en un libro no es fácil, pero hemos hecho todo lo posible para que esté lo fundamental”.
Ponce destacó varias partes del libro, una primera dedicada a su Tauromaquia, “donde explico mi concepto del toreo”; una segunda más íntima, “dedicada a mi vida personal y a lo que pienso sobre diversos temas de la vida”; una tercera parte eminentemente gráfica, con casi cien fotografías de toda su trayectoria, y un último apartado con testimonio de grandes personalidades del mundo de la cultura, la política y la Tauromaquia. Pero el maestro tuvo palabras especiales para el prólogo de Mario Vargas Llosa, que definió como “un auténtico lujo” y al que está “profundamente agradecido”.
Por su parte, el catedrático Andrés Amorós hizo hincapié en la implicación de Ponce en la obra: “No está puesto como autor por motivos comerciales, es porque en realidad se ha implicado mucho en el libro como autor”.
Amorós explicó también que las 400 páginas de esta obra se han gestado “sin prisa y a conciencia” durante dos años, y justificó su presencia en este trabajo “por admiración, afecto y porque he seguido toda su trayectoria”. Amorós fue rotundo: “Enrique Ponce es ya un torero para la historia, las cifras de su carrera no tienen comparación con nadie en la historia de la Tauromaquia. El escritor definió al torero en base a tres palabras: cabeza, valor y arte. Y concluyó explicando que el libro da a conocer muchas facetas humanas de Ponce, en lo que calificó como “una trayectoria limpia y recta en lo personal”.
