Cada día siento más envidia de la gran afición con que cuenta el fútbol. La apasionada admiración con que comentan los futboleros las galopadas de Ronaldo, acaben o no en gol, y los magistrales regates de Messi, aunque se le escape el chupinazo por la escuadra, contrasta con el enfurruñamiento que afecta a la afición taurina. Jugadas comentadas durante toda la semana, y esos campos llenos, así como las horas y horas que ocupa el deporte balompédico en radios, televisiones y periódicos especializados o no, poco tiene que ver con el acoquinamiento de los aficionados a los toros y con la escasa atención mediática de que goza la Fiesta Brava. El fútbol ha sabido muy bien cómo mantener y hacer crecer un espectáculo. Me invade la tristeza cuando comparo el ambiente futbolístico con el taurino.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1962
Acceda a la versión completa del contenido
¡Qué afición más rara!
La empresa Lances de Futuro ha anunciado que Morante de la Puebla será el sustituto…
Con mucho cuajo el primero, muy en el tipo. Cumplió en tres entradas. Al toro…
El primero de Sancho Dávila se movió al capote de Daniel Luque sin mucho celo.…
Abrió plaza un toro cárdeno que planteó muchos problemas. Se quedó corto, sobre todo por…
Guillermo Hermoso de Mendoza abrió su segunda puerta grande en Las Ventas en la emotiva…
Madrid despidió con honores a Pablo Hermoso en la tarde en la que volvió a…