Las películas peores suelen ser las que alteran el guión a mitad de su producción. La licitación por Madrid, estructurada bajo un pliego de condiciones brutal para el toreo, fue añadiendo notas a pie de página. Una de gran importancia, las declaraciones a este medio de Carlos Abella, director gerente del Centro de Asuntos Taurinos, afirmando que, por supuesto, los tres años de experiencia en plazas de primera como requisito, se referían a los tres últimos años. Esa afirmación autorizada, insisto en el autor de la misma, firmador del pliego del concurso, junto a otros requisitos de cumplimiento milagroso, dejaba fuera a todo el mundo: Choperas, Lozanos, empresa de Sevilla... Pero como los guiones de las malas películas, cambian y resulta que eso, o no era cierto o se duda de que sea cierto. Y se presenta una empresa con dos hombres taurinos leales a lo taurino y de rectitud sabida, Rui Bento y Tomás Entero, y un tercero del que se conoce menos, Beca Belmonte.
Lea el artículo completo en su revista APLAUSOS
