El Quiebro
"El Peño", ejemplo de superación."El Peño", ejemplo de superación.

Que no caiga en el olvido

Ramón Bellver 'El Blanco'
domingo 17 de febrero de 2013

Leyendo la magnífica entrevista al maestro Padilla en el número 1838 de APLAUSOS, donde explica la evolución de sus operaciones, el dolor pasado y la recompensa en los ruedos…

Leyendo la magnífica entrevista al maestro Padilla en el número 1838 de APLAUSOS, donde explica la evolución de sus operaciones, el dolor pasado y la recompensa en los ruedos a tanto sufrimiento, me doy cuenta que una historia parecida en el mundillo dels bous al carrer, sigue un camino, salvando las distancias, parecido.

El 21 de junio de 2010, Juan José López “El Peño”, de Puçol (Valencia), sufre una grave cogida en la plaza portátil de su pueblo. Un toro le destroza la pierna izquierda, le arranca la femoral y comienza un calvario para él, su familia y sus amigos. Tras salvar la vida milagrosamente, pasa 42 días en el hospital, es sometido a 12 operaciones, una de ellas, con la difícil decisión de amputarle la pierna. Decisión tomada por él, con una entereza fuera de lo normal, ya que prefería que le faltase un miembro, a tener que arrastrar el resto de su vida una extremidad maltrecha.

No debe ser fácil decir “corte usted, que no quiero una pierna que no sirva para nada”. Significaba esto, entre otras cosas, renunciar a la afición de su vida, recortar toros. “El Peño” fue un rodador de valor, de pureza, un rabero consumado, pionero en varias facetas e inventor de uno de los quiebros más bonitos y vistosos que pasará a la historia de los Bous al Carrer, el quiebro del reverso. No se amilanaba ante nada y con los animales más complicados demostraba su valía. Ese fuerte carácter que demostraba con los toros, le ayudó en esa época negra de su vida a no venirse abajo, y donde cualquier otro caería, se vino arriba. Perdimos un buen recortador, pero ganamos un gran deportista.

Eligió el deporte como válvula de escape a dicha desgracia. Y así, nada más acabar una dura rehabilitación, se puso a trabajar de lleno para ser uno de los mejores en paratriatlón, y tan solo dos años y medio después, sus títulos hablan por sí solos. Campeón de España y tercero del mundo en categoría Tri-5 y campeón del triatlón de larga distancia de Valencia pueden ser de los más destacados. Pero más allá de los triunfos, lo importante de esta historia, es la fuerza de voluntad que puede llegar a tener una persona, los valores que nos transmiten al resto, y que, al igual que el maestro Padilla, nos enseñan el verdadero valor de la vida. En varias conferencias, entrevistas y documentales, así lo hace saber.

Por razones evidentes, “El Peño” no podrá volver a sentir el bufido de un toro cerca, pero no importa, la faena estaba hecha, y ahora le toca disfrutar de su afición desde la distancia y seguir demostrando al mundo que, ante la adversidad, lo que toca es echar pa´lante. Un verdadero ejemplo de superación que no debe caer en el olvido para que podamos aprender de ello.

Gracias, maestro.

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