Dos orejas para El Fandi y Álvaro Samper tras sus entregadas faenas; una para Castella con pasajes de interés; Ruiz Miguel y Ponce, voluntariosos con utreros de Vistahermosa de poco juego; gris actuación de Martín Campuzano.
El festival que ha acogido esta tarde el coso de Iñaquito ha comenzado con una gran bronca cuando varios agentes de la autoridad retiraron por la fuerza la pancarta que, en defensa de la libertad de la Fiesta en Ecuador, exhibió un grupo de jóvenes aficionados. El público, con gritos de ¡libertad, libertad!, protestó la actuación policial, que actuó con desmesurada dureza provocando las iras del público. Ruiz Miguel sorteó en ese primer episodio del festejo un novillo castaño, algo escurrido de carnes pero de ofensiva colocación de pitones, al que recibió por verónicas y medias cargadas de voluntad y decisión. No se empleó el utrero en el caballo y en la muleta apenas dejó al veterano diestro gaditano esbozar algunos pasajes de templado toreo. Hubo palmas a su tesón antes de que se eternizara el utrero en regresar a los corrales.
Enrique Ponce, elegantemente vestido de corto, lidió otro utrero de Vistahermosa, de bastas hechuras y pobre de cara, frente al que jugó los brazos con facilidad y suavidad capote en mano. El utrero sacó complicaciones y ninguna clase en el último tercio, sobre todo por el lado izquierdo, obligando literalmente al valenciano a inventarse la faena a base de técnica y recursos. No tuvo suerte el de Chiva en el sorteo. De nuevo, aparecieron carteles con lemas como: "El toro debe morir en la plaza, no en los chiqueros" o "Yo amo los toros", entre gritos de ¡libertad, libertad! del respetable.
El Fandi, que sustituye a Alejandro Talavante, lució un traje con chaqueta y corbata al ser contratado in extremis dada la inesperada baja del diestro extremeño. Recibió al utrero, con el hierro de Triana, con una larga cambiada, varias verónicas, chicuelinas y capotazos de otras marcas que llegaron con fuerza a los tendidos. Tras su habitual lío en banderillas, se metió al público en el bolsillo en una lidia de máxima entrega basada en terrenos próximos a tablas para refugiarse del viento. Entonada, habilidosa y con calado popular, los desplantes del final de faena terminaron de calentar a la gente. Fue premiado con dos orejas simbólicas.
Sebastián Castella, con traje de color beige, tuvo enfrente un novillo de pelo colorado y bonitas hechuras de Vistahermosa que manseó descaradamente en el primer tercio, en el que el torero fue molestado por el viento. Muleta en mano, el francés hizo cuanto pudo ante una res que nunca humilló de verdad. A la faena, valiente, le faltó unidad y consistencia, aunque hubo varios naturales de buena factura. Fue premiado con un trofeo simbólico.
El quinto, justo de trapío, fue recibido de hinojos por Martín Campuzano, que brindó su faena de muleta al fiscal general del estado, hasta hace poco embajador del país en España. El viento dificultó la labor del diestro nacional, que puso actitud en una lidia voluntariosa pero en la que pasó algunos apuros frente a un utrero de Triana que apenas colaboró e incluso a punto estuvo de voltearlo.
Álvaro Samper recibió con lances a pies juntos al novillo que cerró plaza. Cogió los palos e invitó a sus compañeros El Fandi y Antonio Ferrera -de paisano en el callejón- en el segundo tercio, haciendo todos las delicias del público. "¡Quito es taurino!", gritó el público tras el tercio de banderillas. El de Triana, que perdió las manos en los primeros compases de la lidia, se quedó corto en el tercio final y, aunque tuvo nobleza, no permitió del todo el lucimiento de Samper que, aun así, ejecutó algunos pases con asentamiento y cierto temple. Meritoria labor del torero local, que fue premiado con dos orejas y abandonó en volandas el coso de Iñaquito.
Quito (Ecuador), 31 de noviembre de 2011. Festival. Novillos de Vistahermosa (1º, 2º y 4º) y Triana. RUIZ MIGUEL: Palmas; ENRIQUE PONCE: Ovación; EL FANDI: Dos orejas; SEBASTIÁN CASTELLA: Oreja; MARTÍN CAMPUZANO: Palmas; y ÁLVARO SAMPER: Dos orejas. Entrada: Alrededor de 6.000 personas.
