“La feria tiene todos los alicientes”, explica el empresario. “Es verdad que, al ser una feria corta y teniendo en cuenta que con la actuación en solitario de Román quedan dos puestos menos, nos faltan muchos nombres que no están. Pero estoy muy contento con el cartel final. Hombre, hacer la feria al cien por cien que habías pensado es imposible, pero a un 90 % hemos hecho la feria que queríamos. Estoy satisfecho. Valencia está en el top tres de las plazas más importantes de España. Las Fallas hay que sentirlas esa semana, la ciudad vive unas fiestas reconocidas internacionalmente y, obviamente, nosotros debemos responder con una programación de igual categoría. Y lo hemos conseguido”.
Los carteles han tenido aceptación y ello se demuestra en la taquilla. La venta de entradas, según el empresario, “está yendo muy bien a nivel general, estamos un pelín por encima de lo que nosotros esperábamos. En Fallas es muy importante el tiempo y hay un tirón de última hora que funciona dependiendo del tiempo que haga”, puntualiza. Desvela que las dos tardes en las que hace el paseíllo Roca Rey lideran la demanda del público. Un detalle que todavía no comienza a normalizarse en el mundo del toro es que la venta de entradas se realiza de forma online y no será hasta el día 5 de este mes cuando se abran las taquillas en la misma plaza de toros. Rafael defiende este modelo de venta al que un sector del público todavía no se ha acostumbrado: “Fuimos pioneros en ese sentido, tanto en Valencia como en Madrid, y ahora todo el mundo lo está copiando con toda lógica, no es normal que en pleno siglo XXI se vaya a taquillas a comprar entradas. Le doy un dato, casi el 90 % de las entradas de Las Ventas se vende por internet. Los toros es uno de los pocos espectáculos del mundo donde quedan taquillas físicas. Es algo obsoleto. Con el sistema ves el sitio que quieres de la plaza, te las imprimes o te las bajas al móvil… lo normal”.
La venta por internet forma parte de esa adaptación de otros modelos de gestión de espectáculos no taurinos que Espacios Nautalia 360 quiere adoptar. “Por ejemplo, no se puede presentar una feria del nivel de Valencia un mes antes. La gente se tiene que planificar y además, hay más tiempo para darle promoción. El año pasado nos fue muy bien y lo hemos vuelto a repetir. Ahora mismo puedes entrar en el WiZink Center y comprar entradas para espectáculos de 2025”. El interés en una promoción novedosa, así como el cuidado de la imagen y los diseños, son otras de sus apuestas: “El cartel ilustrador de Fallas me ha encantado, me parece muy del siglo XXI, súper moderno. Es un cartel muy valenciano”.
PROYECTO A LARGO PLAZO
Rafael García Garrido muestra su ilusión al frente de un proyecto a largo plazo. En este apasionante camino de darle categoría y encontrar el sitio que merece esta plaza, viaja con las largas puestas, mirando siempre hacia adelante: “Nos quedan dos años más tres prórrogas que, evidentemente queremos cumplir. Estamos en Valencia con mucha ilusión y ganas de trabajar, lo importante es que todo vaya bien como la Feria de Fallas del año pasado. El de Valencia es un público exigente pero agradecido a la vez y cuando la empresa y los toreros se vuelcan, enseguida responde”. Además de Fallas, revitalizar julio y octubre son dos de sus grandes retos. “Este año hay una apuesta muy grande en octubre, con la despedida de Enrique Ponce. Va a ser un año muy importante para esta plaza. Eso demuestra que nos preocupa cuidar la idiosincrasia de cada plaza y mejorar la situación. Queremos apostar por octubre y por la Feria de Julio”, admite.
Y todo con la televisión como testigo. One Toro televisará toda la temporada. ¿Se ve como algo positivo la presencia de las cámaras?, preguntamos a Rafael. “Creo que sí”, responde con contundencia. “Hoy en día, todo lo que no se televisa, parece como que no existe. One Toro ha hecho una apuesta grande, se ha reinventado y es muy importante que se televise la feria, tanto para la ciudad como para nosotros”.
Con la ilusión de inaugurar una nueva temporada y todo listo para que llegue el éxito, al empresario solo le preocupa una cosa, “el tiempo, que es fundamental. Al menos que no llueva”, concluye.