Rafaelillo, un león

Valiente actuación del murciano, que se la juega en sus dos toros y pasea una oreja de la desigual miurada que ha abierto esta tarde la Feria de Pentecostés.

Enorme, por valiente, decidida y entregada, la actuación de esta tarde en Nimes de Rafael Rubio “Rafaelillo”. El espada murciano fue todo corazón y decisión ante el desigual encierro que los hermanos Miura han jugado en el coliseo romano francés. Sus dos toros fueron los más complicados del sexteto, y con ambos se la jugó Rafaelillo. Su primero tiraba hachazos a diestro y siniestro y lanzó la moneda al aire antes de marrar con la espada. Con el otro, violento desde su salida -llegó a romper parte de las tablas-, peligroso y corto de embestida, expuso de nuevo su menuda anatomía antes de imponerse a la brusca condición del toro y terminar paseando la única oreja de la tarde.

Sus compañeros de cartel fueron silenciados. Juan José Padilla despachó con profesionalidad su lote de toros, compuesto por un primero manejable, suave y un punto flojo, y un cuarto que transmitió poco y al que recibió de hinojos en el tercio. Se lució en banderillas con Medhi Savalli, que pecó de falta de rodaje y no aprovechó la movilidad y repetición del tercero, el mejor toro de la tarde.

Nimes (Francia), 19 de mayo de 2010. Toros de Miura, bien presentados y de juego desigual. 1º, manejable, suave pero flojo. 2º, complicado y violento. 3º, con movilidad y repetición. 4º, deslucido. 5º, peligroso y corto de embestida. 6º, sin fondo. JUAN JOSÉ PADILLA: Silencio tras aviso y silencio; RAFAELILLO: Saludos desde los medios y oreja; MEHDI SAVALLI: Palmas y silencio. Entrada: Media.

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