Un día escribí que mis aficiones o mi modo comprender la Tauromaquia, no coincidían con el Toro de la Vega. Hubo quien lo entendió, hubo quien no lo hizo de forma pacífica y alguno se sintió obligado a reprochar lo que siento. Incluso este tipo de reacciones las localizo en la lógica humana. Son bienvenidas por mi parte aunque sean mal enviadas de parte de quien salen. Pero, desde hace tiempo, he llegado a la conclusión de que decir lo que uno siente es aún más transparente y honesto que decir lo que uno piensa. Y siento eso.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2020
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2020 para iPad
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2020 para Android