Su tercera salida a hombros por la puerta grande de Madrid en la Corrida de Beneficencia y la solidez de sus dos faenas de Bilbao han situado a Talavante en la cresta de la ola. Ya lo apuntó en Fallas primero y en Sevilla después. Nombre propio. Encumbrado. Situado en un lugar de privilegio, perseguido, buscado, soñado y anhelado. Respaldado por un toreo cargado de personalidad, matices y hondura, pero más versátil y más puro que nunca. Su conocimiento del toro, su trabajo de fondo, la constante búsqueda de la expresión corporal, su evolución y su querer progresar, le ayudan a ser cada tarde más grande. Más torero. Y más figura.
“La cuestión está en no importarte los defectos y sí las virtudes del animal. No he tenido mucha suerte con los toros en Valencia, Sevilla y Madrid, pero he sabido sacarles partido y triunfar”
“El toro bueno de ahora es más difícil de cuajar que nunca, es el más perfecto en sus embestidas, pero el más complejo también”
“La distancia entre el miedo que pasamos y el instinto de conservación que poseemos se vuelve ínfima cuando delante del toro te entregas”

