El Cid de Salteras ha vuelto a dar fe de vida torera esta tarde en Alcázar de San Juan, alternando con el nuevo Luque y el novísimo López Simón. Así es que los que llevan tanto tiempo intentando firmarle el acta de defunción taurina... El Cid de Salteras ha vuelto a dar fe de vida torera esta tarde en Alcázar de San Juan, alternando con el nuevo Luque y el novísimo López Simón. Así es que los que llevan tanto tiempo intentando firmarle el acta de defunción taurina, tendrán que seguir esperando. Un buen toro “ma nom tropo” de Millares le ha dado ocasión a Jesús Manuel “El Cid” de demostrar que su código de barras continúa vigente.
Series extraordinarias con la zurda –aunque eso en El Cid no es noticia- y sensacionales de temple, ritmo y torería con la derecha –mano con la que ha mejorado mucho-, pases de pecho de la casa, de esos que comienza por abajo y se los saca por el hombro contrario con una estética especial, han sido el armazón de una gran faena adobada con pases de la firma por ambos lados y torerisimos remates saliendo de la cara del toro entre ovaciones. Y como colofón a la rotunda faena, una gran estocada que ha puesto en pié al público alcazareño, reclamando los máximos trofeos para el sevillano, que en un momento de su faena nos sé si pudo oír un estentóreo: “¡Resurrectus est!”. Grito desdeluego innecesario, porque el final del Cid torero solo esta en la imaginación de quienes no lo han querido vivo nunca. Ellos sabrán porqué.
Capítulo aparte merece su toreo con la capa de esta tarde en Alcázar de San Juan, que ha conseguido la calificación de sobresaliente “Cum laude”. Dice la Historia que Rodrigo Díaz de Vivar, después de muerto, le gano la batalla a los moros en la playa de Valencia, cabalgando atado a su caballo Babieca. A los que llevan años dando su carrera por terminada, El Cid de Salteras les ha ganado hoy la batalla una vez más cabalgando su veteranía, buen toreo y magnifica actitud. Y van... ni se sabe.
