Valoración de la tarde en su conjunto: "Sucedió algo que no ocurre siempre: hubo toros... ¡y toreros! Castella tuvo que haber salido con seis orejas, Urdiales disfrutó como un cosaco y, además, como hubo emoción y variedad en el comportamiento de los toros, a la gente se le hizo corta la corrida. Fue un gran espectáculo. Hubo vibración y aquello pareció durar apenas un cuarto de hora. E incluso vivimos un pasaje desagradable pero que también le dio más importancia a la tarde: el revolcón tan gordo que le pegó el sexto a Sebastián. Ver cómo se levantó, verle medio mareado y tocado y aun así ponerse otra vez delante y venirse arriba como se vino, todo eso le dio mayor grandeza al conjunto. Ya he escuchado comentarios que dicen que con este tipo de espectáculos se acaba con los antitaurinos; y posiblemente lleven razón...".
Análisis de los toros: "Quitando el marrón del primero, los otros cinco toros tuvieron miga. En bravura y comportamiento me quedo con el tercero, Molinero, pero cuidado con ese segundo, Harpía, y ese quinto, Favorito, que fueron también importantísimos. El segundo era hijo de Harinero, el indultado de Valencia, y aunque perdía la mano derecha me gustó mucho. La corrida tuvo otra gran virtud: permitió ver todos los tercios. Con el capote se hartaron de torear todos, hasta los de plata. Es un espectáculo que engrandece esto, eso fijo. Y buena parte de "culpa" la tienen los toreros, que estuvieron los dos muy bien".
Influencia del festejo cara al futuro: "Por desgracia en el mundo del toro se cambia mucho de opinión. De ayer a las nueve y pico de la noche que terminó la corrida a esta mañana he tenido nueve o diez peticiones de corridas. Y ahora, lo mismo pego un petardo pasado mañana y todas esas peticiones desaparecen. Para mí lo realmente importante es que empiezan a salir corridas como las de Sevilla, Madrid, Logroño... Que salga un toro embistiendo ya es importante, pero que en todas te salgan unos pocos lo es mucho más. Y todo eso te da mucha tranquilidad. Si seguimos en esta línea no creo que vayamos muy desacertados, lo que pasa es que mantener este ritmo, cuesta. Ahora ya -bromea- quizá prefiera no volver el año que viene a Logroño porque va a estar todo el mundo deseando que se repita lo de este año y eso es muy, muy difícil".
Sensaciones de la temporada: "La de Logroño quizá sea la cima de este año, pero no quiero olvidarme del resto de la camada. Es un año para enmarcar. He lidiado en doce o catorce plazas de primera y quitando Málaga -ahí bajamos un poquito- en el resto hemos estado en los premios de todas las ferias. Aun así, me siento un poco frustrado porque podrían haber dado la vuelta al ruedo a cuatro toros en plazas de primer orden: Valencia, Sevilla, Madrid y Logroño, que es la única que no es de primera, pero casi. Que esos presidentes no hayan tenido la sensibilidad de pegarle la vuelta o de haber indultado a alguno, termina frustrando".