Acceda a la galería de la noticia
Bilbao. Jueves 21 de agosto de 2025
Venía Roca Rey marcando una tendencia de triunfos en Santander, El Puerto de Santa María, Huesca, Dax y llegó Bilbao, un escenario donde los grandes marcan las diferencias, y confirmó su remontada. Atacó desde el principio con toda la artillería, se creció, se arrebató, por momentos hasta en exceso, apretó los dientes y... tres orejas y puerta grande en Vista Alegre. Una tarde arrolladora la suya en escenario de máximo rango. Cargaba Roca Rey con el peso de una temporada difícil y apareció el carácter y la raza, también la responsabilidad, de figura. Además del triunfo, inapelable, quedó la sensación del reencuentro con su mejor versión. Para ello tuvo un lote muy bravo, el mejor de una seria y armada corrida de Victoriano del Río, otro gigante en lo suyo.
La remontada de Roca Rey comenzó a fraguarse en el segundo de la tarde. Le vio pronto las virtudes al buen toro Victoriano del Río, esa manera de repetir tan alegre, esa viveza y ese punto de picante que llegaba y mantenía la tensión arriba. La firmeza de plantas, el aguante y la ligazón fueron los argumentos principales de lo que por momentos pareció un pulso. Unas veces parecía salir vencedor el toro, en otras mandaba Roca Rey sobre la exigencia de la embestida. El toreo en redondo surgió reunido y sometido, especialmente una última tanda sobresaliente. No fue faena rotunda pero sí de una entrega bárbara para aguantar el empuje del toro, que arreaba. Al natural bajó la intensidad de una actuación que volvió a crecer con las apretadas bernadinas y una estocada canónica. Se le pidieron con fuerza las dos orejas que Matías, estoico en el palco, aguantó para dejar en una.
Que Roca Rey quería dar un golpe de autoridad en Bilbao esta tarde quedó confirmado cuando se fue frente a la puerta de chiqueros a esperar al quinto. Echó cuerpo a tierra y el toro le pasó por encima. No se quedó con las ganas y la larga se la pegó en el tercio. De un pisotón del toro en la portagayola pareció salir cojeando, lo que se evidenció con la carrerita a los medios visiblemente dolorido para echarse de nuevo de rodillas en un inicio explosivo con cambiados por la espalda. Un manicomio ya la plaza. Si su primero fue bueno, este fue superior, de esos toros que a final de año contarán en el ranking de los más bravos. Cantaor, de familia ilustre en la ganadería madrileña, fue la excelencia de la bravura, un toro de una clase descomunal. No embestía, planeaba. Y a placer lo cuajó el peruano primero en dos rotundas, reunidas y templadas series sobre la diestra. Por ese pitón tuvo el toro una profundidad extraordinaria. Con no menos categoría embistió por el otro. Muy completo, con todas las virtudes que se le pueden pedir a un toro, de la prontitud a la fijeza, de la entrega a la alegría en el galope. Sobre la mano izquierda aguantó entonces Cantaor la exigente muleta de un autoritario Roca Rey, que lo enganchaba adelante y lo llevaba hasta más allá. De nuevo la ligazón como arma principal. Se templó sobre las dos manos el peruano. Una gran versión la suya, de las mejores de su temporada, que ratificó su remontada. La estocada -el toque fuerte y abajo, la muleta adelante y el corazón para empujar la espada- fue mejor incluso que la anterior y amarró las dos orejas. Para Cantaor, una vuelta al ruedo con todos los honores.
LA SUTILEZA DE AGUADO
La tarde comenzó con un gran ambiente. Una alegría ver Vista Alegre así, lo que da motivos para creer en su recuperación. Cuando Juan Ortega estaba montando la espada para pasaportar al primero, todavía había gente esperando en los vomitorios de los tendidos para acomodarse. Ese primer victoriano anduvo loco por querer irse aunque no lo hacía del todo. Una embestida dormida, sin ritmo y por tanto una faena de Juan Ortega que careció de lo mismo.
No le gustó un ápice a Juan Ortega lo que hizo el cuarto, muy ofensivo por delante. Le dieron de lo lindo en el caballo. Un severo castigo. Esperó en banderillas, se defendía, duro el toro, al sevillano le duró menos de un minuto. Sin confianza alguna. Lo macheteó y lo pasaportó de un bajonazo infame. La bronca fue monumental.
Pablo Aguado administró la medida calidad del tercero en una delicada y torerísima faena. Desde que se abrió de capa en verónicas templadas y reunidas como en un sabroso quite por delantales, todo cuanto hizo contó con el regusto del toreo clásico. La faena -brindada a Diego Urdiales- tuvo la riqueza de pasajes brillantes y esos toques de sevillanismo en forma de trincherazos y trincherillas graciosas, la sutileza del desdén, el de pecho ligado al garboso molinete… luego el toreo macizo llegó al natural en una serie templadísima. Tan a gusto estaba que de un molinete salió tropezado entre la muleta y la zancadilla del toro. La estocada entera pareció que podía tener premio pero todo quedó en una vuelta al ruedo.
El sexto se defendió, se apoyaba sobre las manos y rehuyó la pelea. La porfía de Pablo Aguado en una larga faena para los réditos que podía obtener hizo que el toro acabara aculado en tablas y barbeando las mismas tuvo que entrar a matar. Un pinchazo, una media estocada perpendicular y trece golpes de descabello.
Bilbao. Jueves 21 de agosto de 2025. Toros de Victoriano del Río, muy bien presentados y de desigual juego en conjunto. Encastado el segundo y bravo el quinto, de nombre Cantaor, número 37, negro listón, de 528 kilos, nacido en 11/19, premiado con la vuelta al ruedo. Juan Ortega, silencio y bronca; Roca Rey, oreja con fuerte petición de la segunda y dos orejas tras aviso; y Pablo Aguado, vuelta al ruedo tras petición y silencio tras aviso. Entrada: Casi lleno. Saludaron Francisco Durán "Viruta" y Fernando Sánchez en el quinto, e Iván García y Sánchez Araujo, en el sexto.
Acceda a la versión completa del contenido
Roca Rey afianza su remontada en Bilbao
Morante de la Puebla continúa su proceso de recuperación tras su percance hace dos semanas…
El salmantino paseó las dos orejas y el rabo del tercero mientras que el sevillano…
El maño cuaja al cuarto de La Guadamilla. La novillada celebrada en Collado Mediano contó con…
Lea Vicens y Olga Casado pasearon las dos orejas del segundo novillo de su lote…
Tarde triunfal en Valencia de Alcántara con un interesante encierro de Manuel Blázquez