Pasada la hora del inicio seguía entrando público por las puertas de los tendidos colmados de Brihuega. Un éxito de público la Corrida de Primavera. Del éxito vino el retraso de más de 20 minutos para que saliera el primer toro, algo anovillado, de García Jiménez. Los pies que tuvo de salida fueron síntoma de una movilidad que no cesó durante la lidia. Morante salió animoso con verónicas más estéticas que profundas. Curro Javier le hizo las cosas con suavidad sin poder evitar un volatín que no afligió al toro. Morante anduvo fácil, en dos series se asentó con su ritmo tan especial. Faena medida. Lo cuadró con torería y cobró una estocada trasera. Oreja.
Morante a penas pudo desplegar su capote en el cuarto. Un toro con remate aunque de bonita cara. No resultó lucido en los primeros tercios entre tropiezos y desentendimiento. Morante no pareció salir muy animado pero una vez metido en harina logro pasajes de excelsa belleza. El inicio por ayudados por alto, los molinetes, algunos muletazos en redondo de encomiable ajuste. El toro resultó algo reservón y tendía a meterse por dentro. Morante armó faena de recursos, detalles muy toreros y silencioso valor sin alharaca alguna. Estocada. Saludos.
José María Manzanares mostró su técnica más depurada para aprovechar la buena condición del segundo al que le faltó fuerza. En la faena de muleta lo llevó a media altura, le dio sus tiempos y en la fase final de la faena se la dejó puesta para exigirle en un trazo más bajo. La estocada entera fue al encuentro, en un traspié se quedó a merced pero la fortuna evitó el percance. Oreja.
El quinto venía con el runrun de haber dado mucha guerra por la mañana en los corrales. Casi dos horas hasta que logró ser enchiquerado. Un toro burraco corrido, engatillado de pitones. Muy caliente de salida rematando en todas partes y con mucha velocidad. Manzanares lo paró con tranquilidad, sin violencia. Resultó un toro muy desordenado en los tercios. En la muleta tuvo picante por su falta de humillación y de clase. No le importó al alicantino que hizo un esfuerzo para ir metiéndolo en la muleta. Comprometido, muy seguro y poderoso. Terminó obedeciendo el toro que dejó de vencerse aunque nunca humilló. La espada se le fue a los sótanos en un metisaca, en el segundo intento pinchó. Saludos.
Roca Rey mostró su versión más comprometida en el tercero, el toro más cuajado de los lidiados hasta el momento. Intercaló en el quite tafalleras con chicuelinas y terminó con gaoneras perfectamente hiladas. El toro además de moverse metió la cara de una manera especial. Por ese motivo el peruano se fue a los medios, pegó un pase cambiado por la espalda, dio distancia al toro y empezó de nuevo, esta vez de rodillas. Otro cambiado por la espalda y ya en circular con un inicio de máxima emoción. En dos poderosas tandas ordenó la embestida que a veces resultó descompuesta. Limadas las asperezas trató de torearlo derecho, especialmente al natural por donde se vieron varias tandas notables. En el final de la faena buscó las cercanías enloqueciendo los tendidos. Los jóvenes que lo poblaban se levantaban como resortes al final de cada serie. Estocada. Dos orejas.
Un grupo femenino de jóvenes cantó a coro la ranchera de “El Rey” de José Alfredo en homenaje al peruano antes de que saliera el sexto. Un toro de pobre cara aunque con volumen. Se partió la vara en el primer encuentro con el caballo por lo que no fue picado. Brindó la faena al músico peruano Antonio D’angelo. En la faena de muleta se aplomó pronto por lo que Roca Rey buscó las cercanías basando la faena en el arrimón. Pinchazo hondo. Saludos.
Brihuega (Guadalajara). Sábado, 6 de abril de 2024. Toros de Hnos. García Jiménez y Olga Jiménez. Morante de la Puebla; oreja y saludos; José María Manzanares, oreja y saludos; y Roca Rey, dos orejas y saludos. Entrada: Lleno. El festejo empezó con veinte minutos de retraso debido a la gran afluencia de público.
