Cerró la tarde un mastodóntico toro de 670 kg que resultó el más bravo del conjunto. Brigadier de nombre. Propició un espectáculo completo: Bravo en las tres varas recibidas -arrancándose de largo y empujando con los riñones de verdad-. En banderillas se arrancó con franqueza en los pares cuajados por Juan Carlos Rey y Tito, que compartieron el saludo montera en mano con Raúl Ruiz que destacó en una lidia muy emotiva. Isaac Fonseca tenía un papelón con toda la plaza posicionada de parte del toro. Se echó de rodillas con arrojo. El toro descolgó por el pitón derecho embistiendo com vibración en torno a él. Fue un toro con bravura y clase embistiendo por bajo. Por el izquierdo resultó más complicado, sin terminar de salirse de la muleta. El final fue inteligente hacia los adentros donde terminó refugiándose el toro. Faena muy emotiva. Pinchazo del que salió trastabillado y estocada. Oreja y vuelta al ruedo con Brigadier.
El tercero abría la cara y estaba hecho cuesta arriba. Excesivamente montado desde salida. Lo paró Isaac Fonseca con facilidad aunque el toro medía mucho. No respondió en el caballo. En la muleta tuvo peligro sordo: se movió en el inicio con aparente galope pero después no regaló ni una embestida franca. Se fue agriando. Bajonazo. Silencio.
Un inmenso pedraza abrió la tarde. Alto de cruz, largo, abierto de cara. Muy desagradable. Resultó algo abanto de salida y le costó ir al caballo. Quedó crudo. Muy complicado en banderillas, embistiendo a arreones. Román brindó al público. Empezó doblándose con la bestia. En el tercer muletazo le arrancó con violencia la muleta al venirse completamente recto. Se repuso el valenciano para torearlo al natural. En el segundo se sintió podido el toro huyendo con mansedumbre. El viento molestó muchísimo. Al coger el pitón derecho se descubrió la humillación escondida bajo tanta agresividad. Le dejó la muleta en la cara y tiró en redondo en una emotiva serie. La siguiente fue más corta pero con intensidad. Un pinchazo bajo afeó la actuación. Estocada y dos descabellos. Vuelta al ruedo tras aviso.
El cuarto fue un toro largo, ensillado, armado y ofensivo. Muy a la defensiva desde que salió, midiendo mucho. Román quiso hacerle las cosas bien pero muy pronto salió el toro con la cara por encima de los trastos. En la muleta el toro repuso, sin entrega aunque con la transmisión del inicio del muletazo humillado. No mantuvo esa humillación durante todo el viaje. Con la espada no lo vio claro teniendo que entrar a matar en varias ocasiones. Silencio.
El segundo no tuvo nada que ver con el primero salvo en la capa. Armónico de hechuras y de bonita cara. Colombo desplegó un buen manejo con el capote. Delantales en el saludo, mismo palo en un quite más templado. Las chicuelinas fueron de vértigo con el capote enredado en el cuerpo debido al viento. Buen espectáculo en varas, arrancándose de largo y cogiéndolo en su sitio Israel de Pedro. En banderillas destacó Colombo en el tercer par, clavando en la cara. En el inicio de la faena empezó a llover sobre Las Ventas. El toro rompió con calidad en la embestida por ambos pitones. Colombo, con ganas, estuvo centrado. Una gran estocada coronó la entonada faena. Vuelta al ruedo tras leve petición y aviso -que el presidente ordenó mientras doblaba el toro-.
El quinto fue otro toro zancudo, hondo, amplio. Voluminoso. Salió con muchos pies y fue recogido con tino por Colombo. Se picó mucho y mal. En banderillas Colombo cuadró en la cara en el tercer par, por el pitón izquierdo. Le protestaron mucho clavar a toro pasado. En la muleta resultó un toro informal, con medias arrancadas y falta de entrega. Colombo resolvió con contrastado oficio. La espada se le fue baja. Silencio.
Madrid. Miércoles 14 de mayo de 2025. Toros de Pedraza de Yeltes, manso pero encastado el primero; noble el segundo; con peligro sordo el tercero; deslucido el cuarto; informal el quinto y bravo en todos los tercios el sexto, de nombre Brigadier, de 670 kgs., premiado con la vuelta al ruedo. Román, vuelta al ruedo tras aviso y silencio; Jesús Enrique Colombo, vuelta al ruedo tras aviso y silencio; e Isaac Fonseca, silencio y oreja. Entrada: Más de tres cuartos de plaza.