Coria del Río (Sevilla)

Salvador, ¡qué torero!

Todo un ejemplo de amor propio y superación en el Curso de Tauromaquia para Aficionados Prácticos
Redacción APLAUSOS
viernes 17 de junio de 2011

Os hacemos partícipes de una historia de afición y superación que ha llegado a nuestro correo electrónico. Se trata de la historia de Salvador Montaño, un profesor de instituto jubilado de Coria del Río, que ha participado en el Curso de Tauromaquia para Aficionados Prácticos, que recientemente acaba de finalizar.

Salvador, una persona llena de simpatía, gracia y bondad, se ha ganado el cariño y la admiración de todos los que han participado en el curso de la localidad sevillana. Y es que, pese a tener que utilizar muletas para andar, ha demostrado que la fuerza de voluntad puede romper barreras y que con esfuerzo se pueden cumplir los sueños, en su caso el de torear.

Así, su presencia despertó admiración y sorpresa desde el primer momento. Y desde el primer momento, todos los compañeros se volcaron con él; unos embistiéndole de salón, otros ofreciéndoles el capote o la muleta que pesara menos…

Y tras dos días de preparación, le llegó el turno a Salvador de salir en el tentadero. Y no lo dudó, con una muleta bajo el brazo en la que apoyarse para poder andar y con otra muleta, la de sus sueños, en la mano izquierda se fue a los medios lleno de valor y torería dispuesto a torear.

Siguiendo las indicaciones de Eduardo Dávila Miura, director del curso, toreó magistralmente al natural. Al rematar la serie la becerra le hizo hilo, propinándole una aparatosa voltereta. Pero estaba viviendo un sueño y nada ni nadie le iba a impedir disfrutar de aquel momento. Así que se levantó y volvió a la cara de la vaca para darle un natural de frente y otro de pecho, emocionando a todos los allí presentes.

En la entrega de diplomas, Salvador afirmó que había sido una experiencia única que nunca en su vida olvidaría. Dio las gracias a todos los participantes del curso por la atención hacia él prestada y no tuvo palabras para expresar sus vivencias durante el curso.

Lo que no sabía era que él, con su ejemplo, había dado mucho más de lo que había recibido a todos los que tuvieron la suerte de presenciar en primera persona su ejemplo de valor y amor por la Fiesta. Los organizadores, Ignacio Moreno de Terry y Rafael Peralta Revuelta, comentaban la experiencia de haber compartido estos días con este torero: “Si de algo podemos sentirnos orgullosos todos aquellos que hemos participado en el curso de tauromaquia que acaba de terminar es de haber podido compartir nuestra experiencia con otros compañeros, y en especial con Salvador. Salvador Montaño, el maestro de Coria del Río, se convirtió también en maestro en el campo bravo y en la vida, dándonos a todos la más bella lección de humildad, esfuerzo, amor propio y superación que hayamos podido contemplar.

Bendito seas, Salvador”.

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