La primera corrida de la Feria de Santarém permitió confirmar la tendencia ya apuntada del retorno al toreo clásico por parte de un puñado de jinetes de la nueva generación. La espléndida exhibición de Salgueiro da Costa en este festejo encaja perfectamente en esa apuesta por el toreo eterno.
Frente a dos toros de buen juego pero exigentes, el heredero de la prestigiosa dinastía Salgueiro dio un importante paso adelante en su trayectoria artística. Ya no es un joven prometedor, sino un lidiador consolidado, además con un estilo personal, cuya fuente primera ha sido el patriarca Fernando Salgueiro, en el siglo pasado. Ahora, cuatro generaciones después, el nuevo Salgueiro se muestra dispuesto a ejecutar ese toreo poético de su bisabuelo, al que añade una pureza total en el diseño de las suertes y el valor suficiente para cruzar una y otra vez las líneas rojas de la entrega absoluta. Las dos últimas banderillas en el tercer toro y la penúltima con el que cerró plaza configuraron tres momentos de cante grande en el toreo a caballo. Portugal tiene una nueva figura.
Antonio Ribeiro Telles dejó ver, en el cuarto, noble y con movilidad, la excelencia de su toreo y el momento de madurez que atraviesa. Lidia de regusto, creciendo de suerte en suerte, citando de frente y rematando al estribo como mandan los cánones. Una actuación de clase debidamente reconocida por el mucho público presente en el coso más grande de Portugal. Ante el manso sin chispa que rompió plaza, el maestro Telles puso de su parte sabiduría y buen hacer, pero el toro no transmitía emoción.
Luis Rouxinol completó, precisamente en esta fecha, 32 años de alternativa. Se le vio con la ambición de los años de juventud, siempre dispuesto a vencer las dificultades. Rubricó una lucida faena frente al segundo, con intuición y alegría, rematando con el habitual par a dos manos. No se acopló totalmente a las embestidas del quinto, aunque se le apreciaron pasajes de mérito. No fue, ni mucho menos, su mejor tarde, pero no perdió el crédito que ha ganado de forma consistente.
El forcado António Taurino protagonizó uno de los momentos álgidos de la corrida al llevar a cabo una fabulosa pega de cara al cuarto toro, merecidamente premiada con dos vueltas al ruedo. Ese fue el momento alto de una exitosa tarde de los Amadores de Santarém, que se enfrentaron con valentía en solitario a los seis toros en un ambiente de apoteosis.
Santarém (Portugal), lunes 10 de junio de 2019. Toros de José Luis Vasconcellos d’Andrade, bien presentados, encastados pero desiguales de comportamiento y uno (5°) de Canas Vigouroux, manso. Antonio Ribeiro Telles, ovación con saludos y vuelta; Luis Rouxinol, vuelta y vuelta; Salgueiro da Costa, vuelta y vuelta. Entrada: Dos tercios de plaza. Por ser el Día de Portugal, al iniciarse el festejo sonó el Himno Nacional.
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Santarém: triunfa la pureza de Salgueiro da Costa
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